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Investigan un intento de asesinato contra un alcalde de las afueras de París y su familia mientras continúan los disturbios en todo el país

Los atacantes forzaron la entrada de la casa, donde estaban su esposa y los dos hijos, y después prendieron fuego para intentar incendiar la residencia

Disturbios en París por la muerte de Nahel. / MOHAMMED BADRA (EFE)

Madrid

La policía francesa investiga este domingo un ataque cometido durante la noche contra la casa del alcalde de L'Haÿ-les-Roses (una localidad de la periferia sur de París), Vincent Jeanbrun, y de su familia, utilizando un coche como ariete contra su domicilio. Según ha explicado el propio Jeanbrun en un comunicado, el incidente se produjo alrededor de la 1.30 de la madrugada (23:30 GMT del sábado) mientras él se encontraba en el Ayuntamiento trabajando, "como desde hacía tres noches" a consecuencia de la oleada de disturbios que atraviesa Francia.

Los atacantes usaron un coche para forzar la entrada en la residencia, donde se encontraban la esposa y los dos hijos del primer edil, y luego prendieron fuego para intentar incendiar la casa. Al intentar escapar y protegerse de los criminales, la mujer y uno de los hijos resultaron heridos, comunicó Jeanbrun. "No tengo palabras lo bastante fuertes para describir mi conmoción ante el horror de esta noche. Pero la única forma de hacer aceptable lo inaceptable es que no sea para nada", manifestó el alcalde, tras asegurar que su determinación de servir a la República es más grande que nunca.

Tras conocerse la noticia, numerosas personalidades políticas enviaron mensajes de apoyo a Jeanbrun, como el ministro de Economía, Bruno Le Maire. Este ataque, que la policía investiga como intento de asesinato, tuvo lugar en el contexto de los disturbios que vive Francia desde el pasado martes y que se han traducido en ataques a edificios públicos de toda índole, desde bibliotecas a ayuntamientos, coches quemados y comercios saqueados.

Más de 700 personas detenidas

Durante la pasada noche, al menos 719 personas fueron detenidas, 45 policías resultaron heridos y hubo 871 incendios en la vía pública y desperfectos en 74 edificios, de acuerdo a los últimos datos oficiales disponibles. Pese a lo abultado aún de las cifras, el Ministerio de Interior ha confirmado que esta noche fue "más tranquila" que las precedentes. "Noche más calmada gracias a la acción resuelta de las fuerzas del orden, que han efectuado 427 detenciones desde el comienzo de la velada", había señalado el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, a través de su cuenta de Twitter a las 03.00 horas (01.00 GMT).

Cinco horas después, el diagnóstico de menos incidentes fue confirmado por su por su cartera al poner al día el total de detenciones de la noche hasta 719, mientras que el día precedente a la misma hora Interior había reportado 994 (posteriormente a elevadas a 1.311). El resultado de los altercados también incluye 871 incendios en la vía pública y desperfectos en 74 edificios, cifras que suponen menos de la mitad del día anterior.

Para tratar de mantener el orden, el Gobierno había decidido mantener el amplio dispositivo policial de 45.000 agentes desplegados en las calles, con especial presencia en lugares como Marsella y Lyon, que habían pedido refuerzos a la vista de la virulencia de los altercados que habían sufrido la noche precedente. También en esas ciudades la noche fue más tranquila, aunque se vieron aún escenas de tensión. Igualmente, en París, un numeroso contingente policial tuvo que intervenir para abortar incidentes en la avenida de los Campos Elíseos poco antes de la medianoche.

El detonante de esta oleada de altercados fue la muerte de un joven de 17 años y ascendencia árabe llamado Nahel, que recibió un disparo mortal por parte de un policía cuando trataba de huir de un control policial en Nanterre, en la periferia de París, el pasado 27 de junio. Las imágenes del incidente, grabadas por testigos, desataron una fuerte indignación en el país, lo que degeneró en disturbios sobre todo en los barrios populares de las grandes ciudades y en el cinturón metropolitano de París. El entierro del joven se celebró este sábado en Nanterre en la intimidad, por deseo de la familia, que quería una jornada de "discreción" y "recogimiento".

La familia de Nahel pide no utilizar su muerte para generar violencia

La abuela de Nahel, el menor muerto a manos de la policía en un control policial en Nanterre, ha pedido este domingo que se deje de usar a su nieto fallecido como pretexto para sembrar la violencia, en relación a los disturbios que vive Francia desde hace cinco días.

"Quiero al policía que mató a mi nieto, es todo lo que quiero. Los policías están ahí, felizmente están ahí, y a la gente que está destrozando, les digo parad", ha recalcado la abuela, identificada como Nadia, en declaraciones al canal televisivo BFM.

También ha afirmado que los alborotadores están usando a la muerte de su nieto como "pretexto" y entre lágrimas recalcó que él ya está muerto y que ni las escuelas, ni los vehículos ni los autobuses que están siendo vandalizados tienen la culpa. "Confío en la justicia", ha añadido también la abuela del joven muerto, que tenía 17 años y era de ascendencia árabe.

 
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