Vox declara la guerra al mundo de la cultura: "Abandonen toda esperanza los profesionales de la subvención"
En un acto dedicado a la cultura, en el que no ha presentado el programa para este campo, Santiago Abascal ha defendido el "milagro" del toro de lidia y que no acepta acusaciones de censura
La cultura es el campo de batalla de la formación de extrema derecha en esta campaña electoral. Tras quedarse con la cartera en el gobierno de Castilla y León, en el de Valencia y en varios ayuntamientos, sorprendió que el partido no tuviera apartado de cultura en su programa electoral presentado el pasado viernes. Sin embargo, Santiago Abascal se guardaba un as en la manga, un acto solo para la cultura, celebrado este lunes en la Fundación Carlos de Amberes donde iba a presentar el programa cultural. Tampoco lo ha hecho, pero sí ha aprovechado para lanzar varios mensajes al sector. "Ya ven ustedes que he decidido ahorrarles la lectura de un programa electoral y he preferido hacer algo más parecido a una exposición de motivos", reconocía Abascal tras lanzar una serie de advertencias a los artistas.
De lo dicho en el acto, además de la lectura de poemas patrióticos, se deduce que defenderá la tauromaquía. "Que la preservación de un milagro como el toro de lidia, una maravilla de siglos, como la Fiesta Nacional, ha de estar en la agenda de todo aquel que pretenda comprender y por lo tanto, defender nuestra cultura", decía. Además de los toros, ha mencionado "la buena mesa", las danzas y las fiestas populares.
Lo que quiere Vox, o así lo ha expresado su candidato, es recatar a la cultura, que dice está secuestrada durante los 45 años de democracia. "No hemos venido a continuar ni a respetar el secuestro de la cultura por unas falsas élites que se han propuesto rediseñar una sociedad según sus caprichos y sus intereses", insistía. También quiere rescatar al cine español. "Y no me olvido del cine español. También hay que promocionarlo y rescatarlo de cualquiera que pretenda apropiárselo como método de propaganda política o como sistema para rapiñar el dinero de todos".
Aprovechaba en este punto para afirmar uno de los bulos que Vox lleva difundiendo desde hace tiempo: lo subvencionado que está el cine español. "Las ayudas a la cultura que proponemos han de entenderse en un marco general de rebajas impositivas y también de ayudas directas. Pero abandonen toda esperanza los profesionales de la subvención, los que han hecho de la industria cultural el lucrativo negocio de unos pocos". Ya existen las rebajas impositivas, se llama deducciones fiscales, de los que el gobierno de coalición ha hecho campaña de ello con la creación del Hub Audiovisual, por ejemplo. En cuanto a las subvenciones, el gobierno español es de los ejecutivos europeos que menos dinero da a la producción de películas. Por cierto, que esas ayudas a la producción de películas se dan por un sistema de puntos, que tienen en cuenta la taquilla, los premios y la solvencia económica de las empresas, no el contenido de las historias, ni los actores.
"La cultura oficial se ha convertido en un escaparate para una empresa elitista de negación de las virtudes cívicas, de tolerancia, patriotismo y convivencia, y a su vez, en el altavoz, para otras, de disgregación, falta de solidaridad y negación del pluralismo", decía Abascal metiendo en el mismo saco a escritores, artistas, pintores, músicos, fotógrafos, técnicos, productores y cineastas. Lo hace después de que los profesionales de la cultura se hayan unido en una Organización por la Libertad Artística para denunciar los vetos, censuras y cancelaciones producidos en los ayuntamientos donde Vox y el PP han comenzado a gobernar desde las pasadas elecciones municipales y autonómicas. Vetos como el del Orlando de Virginia Woolf en Valdemorillo, Madrdi, el de El mar, de Alberto Conejero en Briviesca, Burgos, o el de la película Lightyear de Píxar en el municipio cántabro de Santa Cruz de Bezana.
Abacal se defendía de esas acusaciones, atacando: "Sí puedo afirmar, como aviso a navegantes, que no aceptaremos acusaciones de censura y cancelación de aquellos que han hecho de la censura y la cancelación un modus vivendi en un enfermizo juego de autoprotección". Daba la vuelta a la acusación, sin explicar por qué sus concejales han vetado esas obras y películas y diciendo que otros habían censurado y recortado La vida de Brian, la comedia de los Monty Pyton. "Y sí, garantizo que con nosotros el telón no caerá nunca, el espectáculo continuará y que jamás, jamás haremos mutis por el foro cuando nuestros hijos nos pregunten qué hicisteis vosotros para defender nuestra libertad, nuestra lengua, nuestra patria y nuestra cultura", terminaba el acto antes de invitar a los asistentes a un vino español.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada...