Tom Holland se confiesa por primera vez sobre su alcoholismo: "Me despertaba pensando en ello"
El actor, conocido por interpretar a Spiderman, ha hablado por primera vez con profundidad sobre cómo vivió su adicción al alcohol
Madrid
Tom Holland, conocido principalmente por encarnar a Spiderman en las películas del Universo Cinematográfico de Marvel, se ha abierto por primera vez a hablar sobre el alcoholismo que sufrió durante una etapa reciente de su vida, sobre cómo lo vivió y cuál fueron las medidas que le tomó y le sirvieron para reconducir definitivamente su vida.
El intérprete conocido por otros papeles como Lucas en Lo Imposible, se confesó sobre ello en una entrevista concedida al podcast On Purpose, que presenta el presentador británico Jay Shetty, en la que ha tratado públicamente los problemas personas a los que se enfrentó y cómo estos le provocaron que se perdiera en las bebidas alcohólicas, de las que acabó siendo un auténtico adicto.
Más información
- "Era el psiquiátrico o la muerte, hasta que aparecí en Alcohólicos Anónimos": el duro testimonio de Marijose por su adicción
- "La droga, o la dejas, o te quita la vida": Juan Ángel, más de cincuenta años preso del alcohol
- "El alcoholismo no entiende de sexo, ni de clase social, ni nivel cultural. Atrapa a todos por igual"
Durante las dos horas de charla, Holland, de 27 años, ha mostrado sus opiniones y vivencias en torno a la salud mental, la familia, el trabajo y la fama. Al respecto de esta última, dejó patente con sus palabras que, aunque para algunos puede ser un factor positivo que impulse su carrera profesional y les aporte autoestima, para muchos otros, entre los que se ha incluido él, puede convertirse en una verdadero problema que por no ser capaz de gestionarlo acaba derivando en problemas mayores y más serios que afectan a la salud.
El joven explicó que decidió dejar de beber toda bebida con alcohol durante al menos un mes tras darse cuenta de que durante las últimas Navidades no había parado de beber ni un solo día. Justo en ese momento, al comenzar la intencionada abstinencia, fue consciente del grave problema que había desarrollado con la bebida.
Al comenzar los treinta días sin beber nada de alcohol, el británico no era capaz de pensar en otra cosa que no fuese consumir alcohol la mayor parte de las horas del día, desde bien temprano. "Me despertaba pensando en ello. Me asustó mucho. Pensaba, 'a lo mejor tengo un problema con el alcohol", confesó.
Ante los inesperados síntomas del síndrome de abstinencia que comenzó a sufrir, decidió no beber tampoco durante el mes siguiente. Además, otro aspecto que destacó sobre su vida en aquellos momentos fue la soledad que sintió al verse apartado de la vida social. "Sentía que no podía ser social. Sentía que no podía ir al pub y tomarme un refresco", relató el actor ante el micrófono.
A pesar de lo difícil que fue la abstinencia tanto a nivel físico como mental, el artista persistió y continuó con ella durante varios meses más junio, lo que son seis meses sin beber. Echando la vista atrás, admitió, fue plenamente consciente de la buena decisión que había tomado y de los positivos efectos que ha tenido para su vida el dejar de beber alcohol. Desde entonces, señaló, duerme mejor, es capaz de afrontar mejor los problemas diarios, se siente más sano y fuerte, y disfruta de una claridad mental generalizada de la que antes carecía. "Fue lo más duro que he hecho", dijo también al respecto.