"Imagínate los del 'sanchismo', cómo se pondrían": Pedro Sánchez revela lo que nunca haría estando en el Gobierno

Madrid

Hace cinco años que el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, entró por primera vez en la que se convertiría temporalmente en su casa, La Moncloa. El palacio, que fue construido entre 1949 y 1954, es desde 1977 la sede de la Presidencia del Gobierno y, como tal, ha sido y es la residencia de todos los presidentes del Gobierno que ha tenido España. Un edificio que causa curiosidad a la mayoría de españoles y del que Héctor de Miguel, durante su entrevista con el presidente en Hora Veintipico, ha querido saber más.

Lo primero que le ha preguntado a Sánchez es cómo es vivir en La Moncloa, que, además del palacio, el complejo incluye cinco edificios más y unos amplios jardines, que pertenecen al Patrimonio Nacional español. En este sentido, de Miguel ha recordado unas palabras de Ana Botella, que vivió allí durante varios años durante la presidencia de José María Aznar, en las que afirmó que este lugar no era sitio para vivir con una familia. Sánchez ha reconocido que no es fácil para sus hijas adolescentes, especialmente por todas las medidas de seguridad que tienen que "inevitablemente" pasar. "Si tus amigos o tus amigas tienen que visitarte pues tienen que pasar distintos y lógicos controles de seguridad", ha añadido.

Aunque luego, una vez han superado esta situación atípica en cualquier otro domicilio, intentan que donde viven todo sea lo más normal posible. "Cuando llegan tratamos que en la planta en la que vivimos sea coyunturalmente, el tiempo que estemos, nuestro hogar. Tratamos de vestir, de actuar, de ser como éramos cuando vivíamos en nuestro piso. Y luego es verdad que tenemos trabajadores y trabajadoras que nos hacen la vida mucho más fácil y también desde ese punto de vista a tus hijos tienes que decirle que esto no es normal, que no se acostumbren". Admite que muchos familiares y amigos sienten curiosidad por ir a ver el edificio, aunque él prefiere quedar en muchas ocasiones fuera por cambiar de aires.

Uno de los aspectos positivos para el presidente es que puede ir a su trabajo andando porque sin salir del complejo está la zona de trabajo del Gobierno, donde, entre otros actos, se celebra cada semana los Consejos de Ministros o se recibe a los dirigentes internacionales. "Para mí es la primera vez en mi vida que voy andando a mi trabajo, a 500 metros".

Experiencia "inédita"

Sánchez ha recordado, que a diferencia de otros presidentes, en su caso ha tenido experiencias "inéditas" durante su estancia en La Moncloa a causa de la pandemia. "He vivido un confinamiento, he vivido una pandemia... Recuerdo cuando empezó que en la primera ola mi mujer cogió el covid, mi suegro también y mis padres. Y entonces me encontré de repente solo. Mi mujer tenía que aislarse, mis hijas también". Sin embargo, confiesa que tener unos amplios jardines fueron de gran ayuda cuando se fueron flexibilizando las medidas de la pandemia y se pudo comenzar a salir de casa.

Sobre el estado del Palacio, que ya tiene varias décadas de antigüedad, también se ha mojado el presidente ante la pregunta de Miguel sobre si necesita una reforma. "Es un edificio antiguo. Un sitio que tiene sus funcionalidades y sus disfuncionalidades. Cuando llegamos las ventanas se abrían con un golpe de viento, porque la residencia da a toda la zona de la carretera de A Coruña". También comenta que suele ser bastante ruidosa al estar cerca de la carretera.

No obstante, tiene claro lo que no va a hacer durante su presidencia. "Es un sitio que necesita una rehabilitación evidentemente sí, que no la voy a hacer yo evidentemente tampoco. Imagínate el sanchismo cómo se pondría", ha confesado. En este sentido, ha resaltado que hay que ser consciente de que vas a vivir ahí un tiempo determinado: "Tienes que estar inmensamente agradecido por la experiencia vital más allá de la política y profesional que tienes. Y luego hay un grupo de profesionales que te hacen la vida mucho mejor".

Sánchez ha recordado que cuando entró al Gobierno uno de sus proyectos fue abrir el palacio para que todo el mundo pudiera visitarlo, bajo el proyecto La Moncloa Abierta. Confiesa que ha tenido muy buena respuesta por parte de los ciudadanos y que incluso hay lista de espera para visitarla. A su juicio, es un edificio que ha estado mucho tiempo cerrado al público y que tiene muchas peculiaridades, la más curiosa un búnker de siete plantas subterráneas para protegerse ante catástrofes como puede ser un ataque nuclear. Se podría sobrevivir en él durante dos meses.