Derogar el sanchismo sabe a poco

Madrid

Para despedir esta Mirada de los viernes, una distopía. 14 de julio de 2026. Año tercero de la presidencia de Alberto Núñez Feijóo o, como ahora se le conoce, Derogator. A Feijóo derogar el sanchismo le supo a poco y esta semana su Gobierno está derogando el Trienio Liberal. No se va a detener ahí, Feijóo ha prometido que antes de acabar la legislatura habrá derogado el Barroco.

Por su parte, el vicepresidente Abascal, fiel al ideario de su partido, sigue empeñado en que se revisen todos los argumentos de obras literarias, teatrales y cinematográficas. En la nueva versión de la Dama y el vagabundo, el vagabundo había quedado en la indigencia por culpa del impuesto a las grandes fortunas. Y en la de Bambi, el cazador que mata a la madre ahora es un sindicalista. La programación de Televisión Española también se ha adaptado a los nuevos tiempos.

Todas las noches después del Telediario, y a modo de sacrificio humano retransmitido en directo, Alberto Núñez Feijóo debate con alguien al que destroza esgrimiendo datos falsos con absoluta convicción. Anoche, debatió con un joven de 22 años que se presentó como estudiante de Ciencias Políticas hasta que Feijóo demostró con un gráfico que en realidad tenía 57 y era fontanero.

Después programaron la película Brokeback Mountain. Una versión retocada en la que se han alterado los diálogos de manera que los protagonistas son ahora dos ganaderos de Don Benito, exlegionarios y aficionados al boxeo y las peleas de gallos, y donde las escenas amorosas se justifican como una forma de combatir el frío invierno extremeño, tal como dice el propio Enis en una de las escenas: “Sé que crees que hemos hecho el amor, Jack, pero lo que de verdad hemos hecho es ahorrarnos 30 euros en butano”.

Hay algo en lo que Feijóo sí dijo la verdad. Lleva tres años asistiendo a clases de inglés y parece que el esfuerzo está dando frutos: habla inglés como un niño de tres años.

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