Palizas, amenazas, aislamiento… Los abusos a niños palestinos detenidos por Israel
Israel detiene cada año a entre 500 y mil menores. Una investigación de Save The Children demuestra la violencia y abusos que sufren
El correctivo israelí
Cada año el Ejército de Israel detiene a entre 500 y mil menores palestinos en los territorios ocupados, un proceso en el que los menores sufren maltrato y todo tipo de abusos, incluso de índole sexual, que impactan en su salud mental.
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Lo ha descubierto Save The Children en una investigación con el testimonio de 228 de esos menores que demuestra las violaciones de derechos humanos que sufre la infancia y la adolescencia en Cisjordania. Vicente Raimundo, director de Cooperación de la organización, ha desgranado los abusos que sufren en cada fase del proceso.
Cuando son detenidos
Las detenciones se producen generalmente durante la noche (en un 65% de los casos), y la mitad de los menores fueron arrestados en sus casas. Unas formas de tratamiento que “distan mucho de los estándares que aceptamos que se apliquen para nuestros propios hijos en otros países”, denuncia Raimundo.
Durante el proceso de detención, más del 40% de los menores entrevistados sufrieron heridas que incluyen fracturas óseas y heridas de bala.
Casi la totalidad de los niños detenidos son varones. Se les acusa de delitos como arrojar piedras a los soldados y pertenencia a grupos políticos ilegalizados o grupos terroristas. El primero de esos delitos por la justicia militar puede acarrear hasta 20 años de prisión
Durante su retención
Mientras están detenidos, los menores sufren niveles muy altos de abusos físicos y emocionales que van desde las palizas que ha sufrido el 86% de ellos a agresiones con palos y con pistolas (hasta el 60%). Algunos también informan de abusos sexuales como golpes o tocamientos en sus genitales. Y una amplia mayoría son registrados desnudos.
El 70% de los que han sufrido estas detenciones aseguran haber pasado hambre y no haber recibido asistencia sanitaria estando heridos. Tampoco se les permitía, en más de la mitad de los casos, recibir visitas o comunicarse con su familia durante su detención, que pasan también en celdas de aislamiento entre uno y 48 días.
Tras ser liberados
El sistema de detención militar no está diseñado ni adaptado para la infancia. Cuando un menor de entre siete y 18 años pasa por un procedimiento tan poco garantista, opaco y agresivo como este, las consecuencias son “todo tipo de traumas”. Las pesadillas frecuentes y dificultades para dormir de los niños se sitúan en el 53% y el 73% respectivamente, lo que supone un importante crecimiento de estos daños psicológicos en los últimos tres años.
Desde entonces, cuando en 2020 un 96% de estos niños manifestaba una cierta esperanza por su futuro, la ilusión de los menores se ha desplomado al 68%.
Save The Children insiste en que los tribunales militares y la justicia militar no están preparados ni legitimados para juzgar a menores de edad, y recuerda que hace diez años la agencia de Naciones Unidas UNICEF comprobó las prácticas irregulares en la detención de menores palestinos por parte de la jurisdicción militar y realizó un informe con unas recomendaciones que una década después siguen sin aplicarse.
Desde 2022, cuando Nigeria acabó con estas prácticas, Israel es el único país en seguir llevándolas a cabo. Por ello la ONG insta el Gobierno israelí a acabar con estas detenciones y enjuiciamientos criminales militares contra menores civiles.
Infierno en Yenín