El Pedro Sánchez más 'pija y quinqui' se da un baño de juventud entre Taylor Swift, vino blanco y mucho 'Perro Sanxe'

El 1 de febrero de 2017 a las 17:52 de la tarde, el por entonces candidato a las primarias presidenciales del PSOE Pedro Sánchez se encontraba viajando a Castellón en el AVE para celebrar un acto en plena campaña. A algún miembro de su equipo le pareció buena idea compartir en Twitter el enlace de su «playlist» de Spotify con una foto del propio Sánchez escuchando música para que todos pudiesen saber la música que sonaba en sus auriculares (todavía con cable). A raíz de este tuit, todo el mundo pudo (y sigue pudiendo) acceder al resto de listas musicales que tiene y que nombra como cualquier persona de a pie las apodamos: «Típica playlist para hacerte una tostada», «2023», «Chill music» o «Summer 2015». ¿Alguien es serio y riguroso para nombrar las «playlist»? Seis años después, Sánchez, ahora presidente del Gobierno, vestido de rosa chicle, enseñando su móvil rojo sobre la mesa y con una copa de vino blanco a la que en toda la entrevista en el podcast «La Pija y la Quinqui» solo le dio un sorbo, no se arrepiente ni de que toda España pueda ver la música que escucha, ni de la porción de pizza «cojonuda» del restaurante Luna Rosa que se comió bien a gusto (dejando el borde) como si estuviese en su casa sin cámaras, ni del resto de mensajes que publicó hace años en la red social y que no piensa borrar porque se han convertido en memes nacionales y patrimonio de la humanidad en Twitter. El podcast de Carlos Peguer y Mariang es una auténtica revolución entre los jóvenes. Su éxito no tiene mucho misterio: dos veinteañeros beben vino blanco y cerveza sentados en la cocina de un típico piso de estudiantes por el que han pasado la gran mayoría de chavales que se han ido fuera de casa a estudiar mientras cuentan sus penas, recuerdan anécdotas y abordan los temas que todos los jóvenes quieren escuchar. Ahora, bajo la marca Spotify y en un estudio que recrea la que fue su cocina, Sánchez se sentó en la mesa del podcast sin querer posicionarse entre si es más «pija o quinqui». «Nací en Aluche, entonces no me veo pija ni pijo. Pero tampoco quinqui», aseguró, aunque después mostrase su lado más refinado y más gamberro. Sánchez acudió a «La Pija y la Quinqui» con una misión muy clara: mostrar al público joven su lado más personal para conseguir su voto en las elecciones generales del 23-J. Y lo consiguió, porque «Mr. Handsome» supo tocar bien los temas que más gustan a la audiencia del podcast. Alabó en la semana donde han salido las entradas para su concierto en España a Taylor Swift, su documental «Miss Americana» (que reconoció haber visto) y la regrabación de sus canciones por la polémica con la que era su discográfica. «Yo tengo algunas canciones de ella, me gusta. Snow on the beach está muy bien», dijo, alegrando los oídos de todos los «swifties». Es decir, medio país. Y lejos de quedarse solo con Taylor, confesó que en Moncloa ha sonado alguna vez eso de «Yo nací para ser perra, por favor dejadme serlo» porque le «gusta mucho» Rigoberta Bandini. Una jugada maestra. «¿Pedro Sánchez o Perro Sanxe?», preguntó vacilón el presidente a Carlos Peguer, cuando contó que un exnovio de derechas llamó friki al líder del PSOE por cambiar el colchón de la Moncloa tras la moción de censura a Rajoy. Y así, a modo de iniciativa propia, Sánchez coló en la entrevista uno de los apodos que creó la derecha y que las redes sociales por si solas dieron la vuelta para convertirlo en meme. «No soy consciente, porque no tengo tiempo», dijo en un principio, con modestia. «Perro Sanxe sabe más por Perro que por Sanxe», añadió luego. Sí que se lo sabía. Y lo que también sabía es dónde se metía al visitar el podcast. Aún así, Sánchez no acabó de entender algunos comentarios con tintes de un humor muy típico de la Generación Z que sí fueron muy comentados en redes sociales. «Tienes el gusto de un maricón deprimido», le soltó el presentador, al leer algunas canciones de su lista musical. Pero el momento donde sí se rio a gusto (él e incluso su equipo que le acompañó, porque se escucharon las carcajadas tras las cámaras) fue cuando Mariang aseguró que José Luis Perales era de la época de Sánchez. El presidente tocó la mesa hasta con la cabeza al escucharlo. Nada de campaña electoral pura y dura, al menos en el sentido en el que se la conoce mediáticamente. Que si Albert Rivera había estado en el Primavera Sound viendo a Rosalía, que si Jorge Javier es un «tipo muy inteligente», que si «Sálvame», que si Emmanuel Macron y Pedro podrían haber tenido un romance... -«Tengo muy buena relación con él y con su mujer», aclaró. Una entrevista que se desligó completamente de lo habitual: ni paro, ni la guerra en Ucrania, ni el peligro de la ultraderecha. Pero que sí sacó a relucir a última hora el buque estrella de estos meses con «merchandising» como «tote bags», botellas de agua de cristal, bolígrafos, libretas y chapas. Que Carlos Peguer y Mariang son jóvenes, pero saben perfectamente que desde el 1 de julio España ha asumido la Presidencia del Consejo de la Unión Europea. Y eso no es moco de pavo.

El Pedro Sánchez más 'pija y quinqui' se da un baño de juventud entre Taylor Swift, vino blanco y mucho 'Perro Sanxe'

"Seis años después, Sánchez, ahora presidente del Gobierno, vestido de rosa chicle, enseñando su móvil rojo sobre la mesa y con una copa de vino blanco, no se arrepiente de que toda España sepa la música que escucha, ni de la pizza 'cojonuda', ni del resto de mensajes que publicó en Twitter"

Elian Vayá

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