Libertad

Madrid

Esa palabra.

Esos que todo lo odian

odiaban esa palabra.

Decían que era macabra,

que era blasfema decían

y que quien la defendía

estaba como una cabra.

Porque decían que era un dios

el que debía decidir

qué se podía permitir

y lo que no se podía,

y que si un dios no lo hacía

para hacerlo estaba el rey.

·

Usea que los hombres nada

de decidir sus acciones,

y las mujeres, copones,

todavía menos que nada.

Así empezó esta patriada,

esta lucha sin final

para que fuera normal

que cada quien eligiera

su vida y su vida hiciera

según su propia moral.

·

Lo llamaron libertá

y fue palabra tan bella

que por más arriba de ella

no había palabra ninguna.

Fue, como en Fuenteovejuna,

nuestra guía, nuestra estrella.

Pero ahora se la robaron

esos que la combatieron.

Los que siempre defendieron

a jefes y jefecitos

se han inventao ese mito:

que libertá es el dinero.

·

Para eso la retorcieron,

para eso se dieron maña:

por ejemplo allá en España

dijeron que libertá

era engañar, mandonear

y tomarse un par de cañas.

·

Libertá no es no estar preso.

Libertá es poder comer,

poder vivir con placer,

trabajo, salud y besos.

Pero nada, nada deso

lo podremos alcanzar

si no logramos salvar

y empuñar nuestra bandera,

la última, la primera:

la palabra libertá.