"No sé a quién votar": la España que no se decanta entre izquierda y derecha
Se habla mucho de encuestas para tratar de prever quién ganará las elecciones, pero un 12% de los potenciales electores no sabe qué hacer y un 2,3% ya ha decidido que no votará el 23 de julio
Madrid
"No voy a votar el 23 de julio, como otras tantas veces en los últimos años. Las veces que lo he hecho ha sido con bastante desgana y un poco forzada, pero sin convicción de votar". Rosa es pianista, tiene 45 años, vive en Madrid y no sabe a quién votar. "La razón es que estoy decepcionada, defraudada y desilusionada con todo el espectro político", explica. "Nunca me han convencido ninguno del todo, pero me he agarrado a lo menos malo o a lo que me interesaba más en ese momento. Ahora, y ya desde hace unos años, no me siento con convicción de dar mi confianza a nadie".
En los años 90, la gran mayoría de votantes tenía claro qué papeleta depositaría en la urna antes de que empezase la campaña electoral
Rosa podría formar parte del 12,1% de potenciales electores que, según la última encuesta flash del CIS para el 23-J, no sabe qué hacer, pero realmente está entre el 2,3% que anuncia que se abstendrá. En ese sondeo también hay un 5,6% que prefiere no desvelar sus planes.
"Conozco las opciones que ofrecen los distintos partidos y la decepción no viene de lo que proponen, sino de que muchas veces no lo llevan a cabo porque no pueden o porque no quieren", justifica Rosa. "Pones tu confianza y ves que lo que dicen no se cumple o no lo hace como han dicho. Puede que la decepción haya derivado en desinterés".
Sentirse mal decidas lo que decidas
Aunque parece tenerlo bastante claro, esta pianista madrileña confiesa que sufre en su decisión: "No votar tampoco es fácil porque te sientes un poco presionada por el entorno". "La gente de uno y otro lado se echa las manos a la cabeza", aclara. "Pero es que, a veces, he votado con ilusión y llegas a hartarte de lo de que hay que votar al menos malo. A lo mejor no está bien o es un poco de dejadez o falta de responsabilidad como ciudadano y por eso no es una decisión fácil".
"Hay veces que digo: 'Debería votar", insiste, "pero al final tampoco sé muy bien: si voto sería contra mi misma y si no voto me siento mal por el entorno. Ejerzo mi derecho de no dar mi confianza a nadie porque nadie la merece. Es un acto de responsabilidad".
Preguntada por el único cara a cara de la campaña electoral entre Sánchez y Feijóo, Rosa deja una última sorpresa: "No vi el cara a cara. No me enteré de cuándo era y quizás tampoco lo hubiera visto". Tal vez sea por su opinión de los candidatos: "No me inspiran confianza ninguno de los dos". ¿Y qué hay de los líderes de Vox y Sumar? "Abascal me parece un poquito energúmeno y a Yolanda Díaz no la entiendo cuando habla".
Un cara a cara "muy agresivo"
Al terminar el debate del pasado 10 de julio, Virginia dejaba clara su indecisión: "No se a quién votar, me siento sola junto con la mayoría de los españoles". Virginia también vive en Madrid, tiene 50 años, está buscando empleo y el cara a cara le pareció "muy agresivo". "Sí he votado en anteriores elecciones", explica, "aunque en alguna ocasión no he votado porque estaba disgustada".
Pese a las dudas, días después de la batalla dialéctica entre los líderes del PSOE y del PP, reconoce que algo sí le ayudó a decidirse y cree que finalmente irá a votar: "No creo que haya nada que cambie mi voto de aquí al 23 de julio".
Algo parecido le ocurre a Adrián, de un pueblo de Ciudad Real, quien, con sus 18 años recién cumplidos, votará por primera vez. Adrián se muestra preocupado por la visión demasiado urbanita que tienen los partidos políticos que desplaza al mundo rural. "No sé a quién votaré", confiesa en La Ventana.
Vivienda y empleo, las preocupaciones principales de los jóvenes que votarán por primera vez en las elecciones del 23 de julio
"Estoy preocupado por la situación del país y siento que no hay gran cosa que hacer porque, independientemente del resultado parece que las cosas no van a mejorar. Siempre pueden ir mucho peor". "En cualquier caso, queda tiempo para reflexionar así que a eso me dedicaré", añadió. "De momento, me mantengo indeciso".
¿Los jóvenes pasan de la política o los políticos pasan de la juventud? Por qué crece la abstención juvenil y qué riesgo supone para la democracia
Fernando es informático, tiene 27 años, vive en Jaén y tiene claro lo que hará el 23 de julio: "No me gusta que me engañen y ese es uno de los motivos por el que no voy a votar", confiesa en Hora 14 Fin de semana.
A la caza del voto indeciso
Los políticos saben que no pocos se mueven en esa España de la indefinición y justamente por eso están quemando las naves en la recta final de la campaña electoral con mensajes transversales. El PP lleva toda la campaña llamando al voto útil para lograr lo que llaman un "cambio seguro" e intentando sumar potenciales votantes tanto de Vox como del PSOE. Feijóo les pide que dejen su ideología en segundo plano para asegurar el cambio.
En Sumar también se han conjurado para pedir el voto de los indecisos frente al PSOE y han cargado contra Feijóo acusándole de mentir y relacionando al PP con la corrupción. Y el PSOE lleva días apelando al voto indeciso y alertando de la importancia de acudir a las urnas con una idea: la "remontada" pasa por la atracción de los indecisos de izquierda.
Los partidos intensifican sus campañas y arañan votos hasta el último momento
Algunos cálculos, tras la última encuesta del CIS antes de las elecciones de este domingo, estiman que entre PSOE y Sumar hay un millón de votantes indecisos, mientras que entre PP y Vox tienen menos de 435.000. Además, habría otros 320.000 indecisos en Ciudadanos y unos 350.000 en partidos territoriales como ERC, Junts, PNV o EH Bildu. De ahí, la importancia de modular los mensajes a la caza del voto indeciso.
Aitor Ordax
Redactor y portadista en la mesa digital de los...