La película de «Barbie» también mueve al mercado. La empresa de juguetes Mattel, que gestiona la venta de las muñecas, lleva subiendo progresivamente desde marzo y sus acciones ya tocan niveles no vistos desde 2017. Este jueves, día del estreno de la película, Mattel ha subido un 2% en preapertura. El proyecto ha sido una sorpresa y todo un chute de energía en una película que juega con todos los estereotipos que rodean a la muñeca, pero con un giro de humor, de fresca autoparodia y también de crítica social, algo que no parece conjugar con el mundo Barbie pero que encaja a la perfección en el guion escrito por Gerwig y Noah Baumbach. Precisamente cuando se anunció que esta pareja -tanto en el cine como en la vida real-, que son los reyes del cine independiente en Estados Unidos, serían los responsables de llevar a Barbie al cine, hubo reacciones cuanto menos de duda respecto a lo que harían con una historia como esta. Ahora Robbie interpreta a una de las muchas Barbies que viven en Barbieland, un mundo de felicidad eterna y fantasía en el que las mujeres son las que controlan todo y los hombres -incluido el Ken al que da vida Gosling- son unos meros comparsas de inutilidad suprema. Crítica social, empoderamiento femenino, unos toques de corrección política -hay hasta una Barbie en silla de ruedas- y, sobre todo, mucho humor, en una película que apunta al taquillazo del verano.