El verano más complicado para las averías de coches: las grúas no van a poder atender a todos los usuarios

Madrid

Estamos en pleno verano y las operaciones salida se repiten prácticamente cada fin de semana, sobre todo, por carretera. La DGT prevé unos 95 millones de desplazamientos por carretera para este verano. Eso significa vías congestionadas y atascos que a veces pueden parecer interminables, pero no es nada fuera de lo común durante los veranos. Al haber tanto tráfico, es lógico que se puedan producir más accidentes y averías de coche. Lo primero que se nos viene a la cabeza, más allá de llamar a emergencias si la situación lo requiere, es pedir una grúa para evitar congestiones en el tráfico, otros accidentes o directamente quedarnos sin medio de transporte.

Un verano con demoras y desatenciones

Desde la Alianza Nacional de Auxilio en Carretera creen que este verano muchas de las grúas van a llegar tarde o directamente no van a poder prestar servicio. En los últimos fines de semana se han registrado este tipo de problemas en hasta un 6% de los servicios, pero la situación no va a mejorar durante el resto del verano. "Un 40% de los servicios que se soliciten va a tener demoras de 2 o 3 horas como mínimo", advierte Xavier Martí, portavoz de la Alianza. Además, la situación será más complicada si queremos pedir una grúa en determinados momentos del día o de la semana, advierte el representante: "Contratar o tener un operario disponible durante las noches o fines de semana no es rentable. Ya hay bastantes empresas que se están planteando no ofrecer este servicio".

¿Por qué se complica el servicio?

Los trabajadores se encuentran en una situación totalmente precaria, teniendo que prestar servicios las 24 horas del día y los 365 días del año. Estas son sus quejas:

• Beneficios casi ridículos que muchas veces dejan pérdidas. Las tarifas que manejan las aseguradoras con las que trabajan dejan unas ganancias reales de entre 28 € y 42 €, algo que es incompatible con la rentabilidad del sector. Pese a que las tarifas han aumentado entre un 5% y un 10% recientemente, siguen sin ser valores ajustados al IPC real y que están un 40% por debajo de lo necesario para no entrar en pérdidas. Precisamente hasta un 63% de los trabajadores lamentan estar en esa situación: se dejan dinero por el camino que luego no recuperan.
• Hay falta de conductores. Se estima que en España se necesitan unos 8.000 conductores de grúas más, pese a que hay bastantes vacantes. Esto deja mayor carga de trabajo para los que siguen de servicio.
• Es un sector envejecido. Cada vez son menos los conductores jóvenes que se sacan los permisos para poder llevar una grúa.

Una historia triste, pero no es la única

Yendo un poco más allá de las cifras, hay historias que dan cuenta de la precariedad a la que están sometidos los conductores. Historias, por ejemplo, como las de Juan Carlos Marín, un conductor de grúas veterano que ha dedicado toda su vida a remolcar coches averiados y accidentados. El oficio le viene de niño y cuando ya se hizo mayor, le compró a su padre el negocio familiar de grúas para seguir con él junto a su hermano.

Yo me suelo decir que yo soy el "niño del trapo", porque mi padre me ponía en la curva con un trapo mientras recogía el camión, intentando que los que venían no se lo llevasen por delante

—  Juan Carlos Marín, conductor de grúas

Tras años de trabajo, Juan Carlos ha tenido que cerrar su empresa por esas condiciones precarias y esos beneficios mínimos que recogen en el sector. "No hay una grúa que te haga una extracción que sobrepase los 30-45 euros, estamos hablando por debajo de las 10.000 pesetas de antes 50 años", asegura Juan Carlos. Tal era el punto de complicación que a veces se privaba de poner las grúas en condiciones: "Tengo que forzarme a no reparar los camiones yo mismo porque no me llega para pagarlos", lamentaba Juan Carlos. El conductor cree que no es normal pagar tan poco por unas inversiones tan grandes: "Si le parece a la gente normal que muchas empresas de grúas en España no llegan a cobrar 30 euros por cargar un Ferrari en un camión que le ha costado 70-90.000 euros, pues apaga y vámonos".

Es una profesión también muy poco valorada, que a veces va más allá de simplemente remolcar un coche: "Haces de psicólogo, haces de taxista, no solamente el servicio de asistencia en carretera. Haces muchas cosas que no se valoran y que no se pagan", recuerda Juan Carlos.

Los profesionales piden mejores condiciones laborales, un incremento de las tarifas y que la profesión sea mejor valorada por las compañías.