La curiosa iniciativa de Hungría para que los conductores respeten el límite de velocidad en las carreteras
El tramo de 'carretera musical' implantado por las autoridades húngaras en una de sus vías ha cautivado a numerosos usuarios tras viralizarse en redes un vídeo que lo muestra
Madrid
La música es un factor fundamental que acompaña a la mayoría de las personas en sus desplazamientos por vías urbanas o carreteras. Hace más ameno el viaje, permite disfrutar de los desplazamientos o relaja al que tiene que conducir.
Hungría ha implantado, teniendo en cuenta esto, una curiosa iniciativa en la que combina la música y la seguridad vial para propiciar que los conductores circulen respetando el límite de velocidad de la carretera. El original mecanismo consiste de forma que, antes de llegar al tramo en cuestión, el conductor observa un par de símbolos de la nota musical corchea que le indican el inicio de la ya conocida como 'carretera musical'.
Una vez superada esta indicación, el conductor que circule correctamente por el carril y dentro del límite de velocidad permitido, podrá hacer sonar por el efecto de las las llantas de su vehículo sobre los surcos vibradores presentes en la calzada una agradable y divertida melodía durante 30 segundos. Lo que suena, concretamente, es una parte de la canción A 67-es Út, una popular composición del grupo húngaro Republic.
Una curiosa recompensa que ofrecen así las autoridades húngaras a los ciudadanos que respeten las normas de tráfico en sus desplazamientos por esta autovía, más allá de que, evidentemente, ayudan con ello a que no sean multados.
El vídeo compartido por un usuario ha generado multitud de reacciones en las redes, desde los que aplaudían la iniciativa por lo creativo de la idea hasta quién mostraba su incredulidad ante lo que estaban viendo. De hecho, varias personas reclamaban en las respuestas a la publicación que en España se copiará e implantará una medida semejante en alguna de sus autovías o autopistas.
Sin embargo, no es la primera vez que existe una 'carretera musical', pese a que todo apunta a que un país europeo sí que fue pionero en ello. La primera de la que se tiene registro surgió en DInamarca en 1995, en la llamada Asphaltophone (Asfaltofón), situada en la ciudad de Gylling. Con los años, fue copiado en rutas de países de todo el mundo como Japón, China, Corea del Sur y Estados Unidos.
En Argentina, en el kilómetro 1449 de la Ruta Nacional 237, en el camino que une las ciudades de Neuquén y Bariloche, en dirección a los Andes, se puede escuchar cómo el vehículo es capaz de hacer sonar La Cucaracha, y, en la ciudad estadounidense de Lancaster (California) se puede disfrutar de las notas musicales finales de la composición William Tell Overture, del italiano Gioachino Rossini.