El Banco Central Europeo sube los tipos de interés un cuarto de punto, hasta el 4,25%
"La inflación continúa disminuyendo, pero se espera que siga siendo demasiado alta durante demasiado tiempo"
Fráncfort
El Banco Central Europeo (BCE) decidió este jueves subir sus tipos de interés en un cuarto de punto porcentual, hasta el 4,25 %, porque la inflación sigue demasiado elevada.
Tras la reunión del Consejo de Gobierno, el BCE informó de que también incrementa en 25 puntos básicos la facilidad de crédito, a la que presta a los bancos a un día, hasta el 4,50 %, y la facilidad de depósito, a la que remunera el exceso de reservas a un día, hasta el 3,75 %, con efectos a partir del 2 de agosto de 2023.
"La inflación continúa disminuyendo, pero aún se espera que siga siendo demasiado alta durante demasiado tiempo", dijo el BCE tras la reunión.
Signos de moderación
La entidad monetaria prevé que "la inflación continuará descendiendo durante el resto del año, pero se mantendrá por encima del objetivo durante un período prolongado" y observa que aunque "algunos indicadores muestran signos de moderación, la inflación subyacente se mantiene en niveles, en general, elevados".
El BCE considera que las anteriores subidas de los tipos de interés siguen transmitiéndose con fuerza y llegan a la economía porque endeudarse es más caro y más difícil ya que las condiciones de financiación han vuelto a endurecerse y frenan cada vez más la demanda, lo que es un factor importante para que la inflación vuelva al objetivo.
El Consejo de Gobierno tomará sus próximas decisiones sobre los tipos de interés según sean los datos "de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria", añade el BCE en un comunicado.
El BCE prevé reinvertir el principal de los bonos adquiridos durante la pandemia que vayan venciendo al menos hasta el final de 2024.
Una posible pausa a las subidas en septiembre
Por su parte, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha puesto por primera vez sobre la mesa la posibilidad de que la entidad no suba los tipos en su próxima reunión, que se celebrará en septiembre, aunque ha subrayado que el Consejo de Gobierno tomará su decisión final en función de los datos.
"Tenemos la mente abierta en cuanto a cuáles serán las decisiones en septiembre y en reuniones posteriores, así que podríamos subir, y podríamos mantener, y lo que se decida en septiembre no es definitivo. Puede variar de una reunión a otra", ha señalado la francesa en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE.
De este modo, Lagarde ha abierto por primera vez desde que el BCE iniciase en julio del año pasado el actual ciclo de subidas de tipos la posibilidad de pausar la secuencia de alzas del precio del dinero, después de nueve reuniones consecutivas elevando las tasas, que han aumentado en 425 puntos en apenas un año.
En este sentido, la presidenta del BCE ha recordado que en la reunión de septiembre el Consejo de Gobierno dispondrá de más información sobre cómo está ocurriendo la transmisión de la política monetaria, así como nuevas lecturas de la evolución de la inflación, y sobre la base de los datos "determinará si subir o no". "Lo que les puedo asegurar es que no vamos a bajar", ha bromeado Lagarde.
El cualquier caso, la banquera central de la eurozona ha advertido de que, si finalmente se decidiera una pausa en las subidas de tipos, esto no necesariamente sería por un período prolongado de tiempo ya que las decisiones se adoptarán reunión a reunión. "Y eso se repetirá en cada Consejo de Gobierno", ha repetido la francesa, subrayando la determinación del BCE de "romperle la espalda a la inflación".
De este modo, al ser cuestionada sobre cuánto terreno le queda por recorrer al BCE en el ciclo de subidas, la presidenta de la institución ha variado su discurso de los últimos meses para incidir en que esto vendrá indicado por los datos, algo que puede variar de un mes a otro.
En este sentido, ha defendido los progresos realizados hasta la fecha, recordando que la inflación ha venido disminuyendo desde la lectura récord del 10,6% el pasado mes de octubre, hasta el 5,5% en junio, aunque ha subrayado que el BCE aún no se conforma ni declara su victoria sobre la inflación.
"Sabemos que estamos cada vez más cerca, pero también sabemos que las opciones sobre la mesa son seguir subiendo o aguantar", ha explicado. "Existe la posibilidad de una subida. Existe la posibilidad de una pausa (...) La carga de la prueba estará en los datos", ha reiterado Lagarde, subrayando que "el 2% es la meta y lo lograremos, pase lo que pase".