Rodolfo Sancho: nueva película y recuerdos de verano
El protagonista de ‘Delfines de Plata’ ha repasado en ‘El cine en la SER’ su carrera profesional y ha rememorado las vacaciones de su infancia
Fotograma 'Delfines de Plata'
Madrid
Rodolfo Sancho acaba de protagonizar la última película de Javier Elorrieta, ‘Delfines de Plata’, con la que el director madrileño ha vuelto a la gran pantalla tras más de 12 años dedicado a la música jazz. Interpreta a Javier Gallardo, un comisario de policía que investiga un posible ataque terrorista en Madrid. Es uno de esos personajes enigmáticos de los que no sabes mucho, tan solo lo que él quiere que sepas.
El actor debutó en la pequeña pantalla con tan solo 6 años. Lo hacía de una forma muy especial, junto a su padre, Sancho Gracia -o, como le conocemos todos, ‘Curro Jiménez’-. La serie, ‘Los desastres de la guerra’ (1983), estaba dirigida por Mario Camus y utilizaba los 82 grabados de Goya como hilo conductor para retratar la Guerra de la Independencia española. Sancho protagonizaba a Juan Martín Díez, El Empecinado y el pequeño Rodolfo, apenas reconocible salvo por la mirada, daba vida a un joven Víctor Hugo, el futuro escritor de ‘Los Miserables’.
Tras varios trabajos en producciones como ‘Hermanos de leche’ o ‘Carmen y familia’, el actor madrileño saltó a la fama con su papel de Nico en ‘Al salir de clase’. Años después se convertiría en nuestro Fernando el Católico en ‘Isabel’ (RTVE) y en Julián Martínez, ese trabajador del SAMUR que trajo a Lorca al presente a través de las puertas mágicas de ‘El Ministerio del Tiempo’ (RTVE).
Ahora hemos viajado con él al pasado para recordar esos veranos de la infancia. “A mí los olores me transportan mucho a este momento: el olor a hierba o el olor a montaña.”, confiesa. “Recuerdo que cuando estaba en el colegio y llegaba el verano, pensaba: ¡jolín, tres meses por delante, la de cosas que puedo hacer!”.
Uno de los destinos más frecuentes para su familia era Mondariz (Pontevedra), un municipio por el que discurre el río Tea y en el que su padre tenía una casa. Este era un habitual en el hotel balneario de la zona, y actualmente, un busto recuerda al actor en sus jardines. “En Mondariz recuerdo veranos divertidísimos: campo, río, amigos y aventura”, explica el actor.
Fotograma 'Delfines de plata'
Pero el verano no siempre es una época de vacaciones para los actores. Esta vez el rodaje no le ha pillado en época estival, aunque para él no es un problema. Tal y como él mismo se define es “el eterno veraneante”, y es que ama tanto el verano que vive en Fuerteventura (Canarias) para que el buen tiempo siempre le acompañe. En este marco incomparable que son las islas practica sus deportes favoritos: el surf y el buceo. “El propio hecho de estar sentado en la tabla y ser testigo del atardecer es uno de esos momentos en los que dices: ¡gracias, vida!”.
Para este verano tiene la solución. “Si tienes mucho calor, el cine puede ser una manera de evitarlo”. El olor de las butacas o la oscuridad de las salas son algunos de los elementos que le fascinan. Para él se trata de una vivencia individual y colectiva a la vez donde se comparten los gritos por una película de terror o las carcajada durante la comedia.
