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Una tendencia preocupante y una predicción halagüeña: la Aemet avisa sobre lo que nos espera en los próximos meses

Todo indica que el próximo trimestre seguirá marcado por las altas temperaturas, pero la falta de lluvias puede dar una tregua

Un hombre y una mujer se protegen con una sombrilla de las altas temperaturas. / David Arquimbau Sintes (EFE)

Un hombre y una mujer se protegen con una sombrilla de las altas temperaturas.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha compartido su predicción del tiempo para el trimestre formado por los meses de agosto, septiembre y octubre. Aunque aún existe mucha incertidumbre y el escenario esperable puede cambiar en cuestión de días, los pronósticos a largo plazo ofrecen una buena noticia y otra mala.

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La buena es que los modelos de predicción a largo plazo contemplan "un 50% de probabilidades de que el trimestre agosto-septiembre-octubre sea más lluvioso de lo normal en la mayor parte de España (salvo en el noroeste peninsular y Cantábrico), frente a un 20% de probabilidades de que sea más seco de lo normal". En caso de confirmarse esta tendencia, las precipitaciones pueden aliviar la sequía que España atraviesa desde hace más de tres años.

La otra cara de la moneda son las temperaturas. La Aemet prevé como escenario "muy probable" el de unos valores por encima de lo normal en todo el país. En concreto, hay un 60% de probabilidades de que la temperatura media en la Península se encuentre en el tercil cálido respecto a los valores habituales de años anteriores. Este porcentaje asciende al 70% en Canarias y Baleares.

Más allá de cómo afecten los valores extremos a la población, las altas temperaturas pueden ser preocupantes para los ecosistemas marinos. La temperatura del mar alcanzó un promedio de 24,6 grados a mediados de julio —unos 2,2 grados más de lo normal para la época—. Además de afectar a la flora y la fauna, este aumento puede provocar noches con temperatuas más altas y una mayor probabilidad de formación de DANAS.

Un paréntesis de bajas temperaturas

De acuerdo con la predicción de la Aemet, el descenso de las temperaturas que se vivirá a mediados de esta semana no debe conducir a engaño: será un paréntesis en un mes marcado por el calor y, "en general", la falta de lluvias.

"El miércoles, habrá un descenso térmico y poco a poco las temperaturas volverán a la normalidad, aunque todavía ese día en el sur de Gran Canaria se podrán superar los 34 grados", señala el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo. En la Península se darán pocas precipitaciones; si acaso en Galicia y en las comunidades cantábricas podrá llover débilmente, con posibilidad de algún chubasco en el norte de Cataluña.

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El jueves, se espera un cambio de tiempo en forma de descenso brusco de las temperaturas. "Un frente barrerá el norte de la Península, dejando lluvias débiles en Galicia, el Cantábrico y los Pirineos. Tras el paso del frente, entrará viento del norte y del noroeste que arrastrará aire más frío hasta nuestro país. Así, habrá una bajada generalizada de las temperaturas, que será notable en la mitad norte, especialmente en las temperaturas diurnas, donde la bajada podrá ser de hasta más de 10 grados con respecto al día anterior", explica Del Campo.

"Esto es lo que se denomina un descenso extraordinario", sostiene. Por ejemplo, en Pamplona se pasará de 35 a 23 grados; y en Zaragoza, de 40 a 29. "El descenso térmico también se notará en los valores nocturnos; por ejemplo, Burgos rondará el jueves los 10 grados de temperatura mínima en el momento más frío del día", añade. La bajada del mercurio no se notará aún en el valle del Guadalquivir y el sudesde de la Península, donde se rondarán los 38 o 40 grados de máxima.

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El viernes continuará refrescando en el este de la península, aunque comenzarán a subir un poco ya las temperaturas por el extremo occidental. Si se cumplen los pronósticos, "el viernes esrá una jornada inusualmente fría para esta época del año en la mitad norte, con temperaturas máximas entre cinco y 10 grados por debajo de lo normal. A primeras horas de la tarde, ciudades como Pamplona o Vitoria Rondarán los 20 a 22 grados. "Las temperaturas serán más propias de finales de mayo que de plena canícula", subraya el experto.

"No obstante, este episodio de tiempo fresco será breve", aclara Del Campo, quien vaticina que tendrá una duración de dos o tres días, como mucho. "Ya el sábado comenzarán a subir de nuevo las temperaturas y volverá el calor intenso a la mayor parte del país", concluye. Esta tónica es la que se mantendrá durante la segunda quincena de agoto, en la que predominarán temperaturas por encima de lo normal, según la Aemet.

 
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