Analista experto en el Sahel: "Los países occidentales quieren poner la línea roja en Níger"
Jesús Manuel Pérez Triana, responsable de OSINT Sahel, recalca la preocupación de occidente por perder a su último aliado en una zona en la que Rusia ha ganado influencia y los países sujetos a juntas militares pueden formar un nuevo bloque con poder político
Analista experto en el Sahel: "Los países occidentales quieren poner la línea roja en Níger"
06:34
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1691315265451/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Cumplido el plazo del ultimátum que la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) ha impuesto a la Junta Militar de Níger, el compromiso de la organización africana es claro: o la junta abandona el poder o se enfrenta a una guerra inminente. La prensa de Nigeria, país llamado a liderar una hipotética intervención militar, recoge sin embargo las dudas de algunos de los senadores del país. Mientras tanto, se encienden las alarmas en la región del Sahel debido a la presencia de grupos terroristas yihadistas que utilizan el área para entrenar y planificar ataques. Para comprender mejor la situación, Matinal SER ha entrevistado a Jesús Manuel Pérez Triana, analista y responsable de OSINT Sahel, que recopila datos abiertos sobre los movimientos en la región.
Pérez Triana enfatiza que la Junta Militar de Níger se siente acorralada y ha buscado apoyo en las juntas militares de Mali y Burkina Faso. Aunque se especula que podrían buscar apoyo de Rusia y el grupo Wagner, presente en la región, hasta el momento no se ha concretado ninguna intervención externa en el conflicto. El analista advierte que no todas las intervenciones rusas en la región tienen la misma relevancia, y los problemas internos en Níger son complejos, por lo que no pueden atribuirse exclusivamente a actores externos.
La situación en Níger ha generado interrogantes sobre por qué los países de la CEDEAO no intervinieron cuando los golpes de estado en Mali y Burkina Faso empezaron a cambiar los equilibrios en una triple frontera que es uno de los grandes centros de entrenamiento del terrorismo yihadista. Triana señala que la consolidación del golpe de Estado podría ser una peligrosa tendencia, y la presidencia de Nigeria de la CEDEAO, un país aspirante a ser una potencia en África, puede haber desencadenado esta reacción. Además, las potencias occidentales podrían haber ejercido presión para evitar que la región se desestabilice aún más y caiga en manos de una junta militar con la que no puedan pactar acciones antiterroristas sobre el terreno.
La sombra de la Guerra Fría resurge con la posible implicación de superpotencias que intentan desestabilizarse entre ellas. Francia ya tiene presencia militar en la zona y tiene en Níger un importante proveedor de uranio para sus centrales nucleares, clave en la producción de energía eléctrica; mientras Estados Unidos conserva una base de drones y empresas dedicadas al transporte en aviones y helicópteros. Los intereses occidentales son evidentes más allá del terrorismo, pero Pérez Triana no cree que fuerzas europeas o estadounidenses intervengan sobre el terreno en caso de guerra. Lo más probable es que asesore "discretamente".
La Junta Militar espolea como argumento el rechazo colonial contra Francia, que resuena en la población con fuerza. Aunque estas razones pueden no ser del todo sinceras y detrás existan motivaciones que se adscriben al reparto de poder, la movilización popular en torno a ellas representa un desafío para resolver la crisis política en Níger.
La situación en Níger sigue siendo delicada y la comunidad internacional se mantiene atenta a los acontecimientos que puedan desencadenar una mayor inestabilidad en la región del Sahel. La decisión de la Junta Militar de Níger en las próximas horas podría tener repercusiones significativas en el panorama político y de seguridad del continente africano, mientras los países occidentales deben evaluar, en opinión del responsable de OSINT Sahel, sus acciones para evitar complicaciones mayores. "Se sabe cómo empieza una guerra, pero el día a día de después es el gran reto".