Inés Martín: "Quien más y quien menos, por no decir todas y todos, hemos vivido ese trauma infantil de no encajar en el molde que habían decidido para nosotros"
La periodista y escritora ganó en el año 2022 el Premio Nadal por su libro "Las formas del querer" y ahora publica "Una homosexualidad propia" con la editorial Destino
La entrevista | Inés Martín Rodrigo
26:31
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Madrid
La sombra de la amistad ha perseguido durante décadas a la homosexualidad femenina. Esto ha fomentado que ser lesbiana haya ido acompañado de ser invisible- una invisibilidad que todavía se extiende en la sociedad de cualquier lugar del mundo. Las diferentes generaciones, también de nuestro país, han crecido con las historias de dos amigas adultas que vivían juntas, o la de la tía soltera que nunca se había casado, relatos que, en conclusión, no son más que una muestra de esa invisibilidad a la que la historia y el entorno han condenado a las relaciones sentimentales entre mujeres.
Los roles de género forman parte de nuestros crecimiento desde la infancia y, por ende, influyen en nuestra percepción de correspondencia con la sociedad. La periodista explica que "quien más y quien menos, por no decir todas y todos, hemos vivido ese trauma infantil de no encajar en el molde que habían decidido para nosotros". A la niñez se le atribuye la felicidad y la libertad pero, aunque en teoría debería ser así, se trata de que en esa etapa podamos elegir con qué jugar y que no lo hagamos "con lo que tienen decidido para nosotros", añade Martín.
Además de a la invisibilidad, las mujeres homosexuales se han enfrentado durante décadas al peligro de mostrar públicamente sus sentimientos, un riesgo que parte de la sociedad se ha encargado de alimentar y que en muchas ocasiones no ha llegado a desaparecer. La autora de "Las formas del querer" explica que le produce "tristeza pensar en todas esas vidas que podrían haber sido y que solo fueron en parte porque solo pudieron vivir su amor en libertad de puertas hacia dentro" ya que al otro lado de la puerta se les impedía ser. Sin embargo, la escritora mantiene que "aunque no era una invisibilidad elegida, hasta cierto punto protegía". De este modo, reflexiona sobre lo perversa que puede llegar a ser esa lógica que hace "pensar en que esa invisibilidad a la que tú misma te condenas, en algunos momentos te puede llegar a salvar la vida". Para que esto no ocurra Inés Martín recalca la importancia de no perder de vista que eso pasó en España y que "hubo muchas vidas que se tuvieron que vivir siendo invisibles para poder sobrevivir y eso es algo que debemos recuperar de nuestra memoria reciente".
"Una homosexualidad propia" es la respuesta de Martín a una necesidad imperiosa, según afirma ella, de contarse una historia que llevaba tiempo necesitando escuchar: la suya propia. Este relato no desprende venganza ni busca un enfrentamiento, es un libro escrito con "una intención serena", afirma la escritora. Finalmente, la periodista asegura: "es un texto honesto y que solo busca una confesión honesta hacia la mujer en la que me he convertido". Las profesiones vinculadas con la comunicación tienen una responsabilidad directa con el cuidado del lenguaje, pero la forma de que de verdad cale el cuidado del lenguaje es través de la educación, no solo escolar, también en el seno de la familia. Esto se debe a que aprendemos de lo que vemos y escuchamos. Martín recuerda que "las palabras pueden mejorar la vida, pero también pueden arruinarla. Por ese motivo el lenguaje también puede ser muy peligroso".
La forma en la que nos enfrentamos a los estereotipos y cómo nos replanteamos algunos temas son el reflejo de una sociedad que está en constante cambio, pero que no llega a quitarse ciertas mochilas. La periodista explica que "la homosexualidad masculina no está en el mismo lugar que la femenina, porque la sociedad es machista y heteropatriarcal". Esto se acaba traduciendo en: "como mujer lesbiana me llevo lo peor de esos dos condicionantes; soy discriminada por ser mujer y por ser lesbiana, aunque eso no quiera decir que la homosexualidad masculina no sufra y siga sufriendo discriminación".