María Chivite: "Me preocupa la mala imagen que las derechas dan de Navarra"

Madrid

"Bien está lo que bien acaba", asegura la socialista María Chivite. La presidenta de la Comunidad Foral de Navarra ha estado esta noche en Hora 25, justo el día en el que ha conseguido volver a ser elegida como presidenta navarra. Tras el intento de investidura fallido de este lunes, Chivite ha reunido los apoyos necesarios para alcanzar la mayoría simple gracias a los 11 votos afirmativos del Partido Socialista Navarro, los 7 de Geroa Bai y los 3 de Contigo-Zurekin que han sumado los 21 síes que se necesitaban para sortear los 20 noes del frente de derechas y ultraderecha conformado por UPN, el Partido Popular y Vox. "A mí, mi imagen no es lo que me preocupa, sino la imagen que las derechas dan de Navarra que no tienen nada que ver con la Navarra de verdad. Navarra es una de las comunidades más competitivas a nivel europeo. Es innovadora, tiene muchísimo talento y las derechas transmiten una mala imagen de la comunidad", lamenta.

Chivite ha sido especialmente criticada por haber necesitado cierta sintonía con Bildu para poder gobernar la comunidad, pero la socialista es tajante: "No hay ningún pacto con Bildu. Es mentira. He llegado a un acuerdo de Gobierno con Geroa Bai y con Contigo-Zurekin, que es la marca navarra de Sumar, pero no con Bildu. En la legislatura llegamos a acuerdos puntuales porque estamos obligados al diálogo". Pero, en ese sentido, Chivite asegura que hay límites que no está dispuesta a pasar. "Entiendo que Bildu tiene su agenda soberanista, pero nosotros compartimos esa agenda. Podremos entendernos en algunas cosas, pero no vamos a apoyar esa agenda ni la anexión de Navarra a Euskadi. Podremos caminar juntos en avanzar en la gratuidad del cero tres o en avanzar en la construcción de los centros de día o más plazas residenciales en la nueva Ley de Salud", afirma.

"Somos un gobierno de coalición en minoría parlamentaria. Por lo tanto, estamos obligados al diálogo para poder sacar la legislatura adelante. Ya fue así la legislatura pasada. Y tengo que decir que todas y cada una de las iniciativas legislativas que el Gobierno llevó al Parlamento navarro fueron sacadas adelante, y más del 70% de ellas sin ningún voto en contra. Eso es gobernar desde la centralidad política", asegura.

Pero la presidenta navarra tiene claro que la identidad navarra es uno de los pilares que debe defender. Para el entendimiento debe haber un entendimiento y pactar un mínimo común para que el país siga avanzando, eso será positivo. "Tenemos que conseguir que la lengua salga del debate político. Lo vamos a llevar a cabo en las políticas del gobierno, respetando la realidad sociolingüística de nuestra comunidad y desde la voluntariedad. Toda persona que quiera estudiar en euskera va a poder hacerlo para fomentar una lengua que nos es común y que nos es propia como un elemento cultural y diferenciador de nuestra tierra", apunta.

La presidenta navarra también se ha pronunciado sobre su compañera de partido y expresidenta balear, Francina Armengol, que previsiblemente va a ser la candidata del PSOE para presidir el Congreso de los Diputados: "Tengo una opinión fantástica de Francina. Ella también supo gobernar y tener dentro del gobierno distintas sensibilidades positivas con un objetivo muy claro que era que en esa comunidad se pudiera convivir bien. Esa visión que tiene ella de diálogo puede ser clave en una legislatura como esta".

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Con vistas a la próxima legislatura, Chivite mantiene en su punto de mira las problemáticas internacionales del momento. "A mí me sigue preocupando el tema de la inflación o la subida del precio de los alimentos; cómo nos puede seguir afectando la guerra de Ucrania o cómo está afectando a las familias la subida de los tipos de interés en las hipotecas", dice. Pero la socialista observa el futuro con resiliencia: "Igual que afrontamos la pandemia, creo que estamos más que preparados para afrontar cualquier cosa".

María Chivite ha invitado a la toma de posesión del cargo el próximo jueves a las comunidades vecinas. "He querido invitar a las comunidades vecinas, porque creo que independientemente de que unas tengan un liderazgo de una formación política o de otra formación política, estamos obligados por nuestra responsabilidad política a entendernos, ya sea en el Ebro o en todo lo que tiene que ver con el sector agroalimentario".