El duro testimonio de Amira, 32 años siendo invisible en España al no poder obtener el permiso de residencia

Madrid

Fijamos muchas veces la atención en la frontera sur como el paradigma del sufrimiento de miles de personas que quieren cruzar el puente que sea hacia una vida mejor. Sin embargo, son otra miles las que sufren un muro, al menos igual de cruel, el burocrático, para que una vez en nuestro país puedan contar como ciudadanas y ciudadanos.

Obtener un permiso de residencia para alguien que ha entrado de manera irregular a España se puede demorar años , al menos 3 es la vía más corta , la que acredita el arraigo, salvo en contadas ocasiones que la administración del Estado lo concede por la vía rápida por razones humanitarias.

Pero , el caso de Amira rompe todos los récords de esos muros legales contra los que se estrellan miles de vidas. Esta mujer marroquí de 47 años reside desde que era una niña en Ceuta, y a pesar de haber solicitado el permiso de residencia casi una decena de veces, lleva casi 33 años siendo un fantasma para la administración española, que le sigue negando la documentación, según denuncia la ONG No Name Kitchen, que trabaja con población refugiada y migrante en distintas fronteras europeas y cuyas voluntarias en Ceuta han dado a conocer públicamente el caso de esta vecina.

Amira, que no usa su nombre real porque tiene miedo, huyó a España cuando tenía solo 14 años buscando en la ciudad española un refugio para una “infancia violenta” en su Marrakech natal. Se dirigió a Ceuta porque allí vivía su hermana, que solicitó hasta en 3 ocasiones la regularización antes de que Amira alcanzara la mayoría de edad. Sin permiso de residencia nunca pudo escolarizarse, a duras penas lee y escribe y se ha gastado en dos abogados más de 7000 euros, el primero la estafó después de pagarle más de 3000 y desaparecer sin ayudarla.

La respuesta de la administración siempre fue negativa, como lo ha seguido siendo cada vez que ella misma lo ha intentado en varias ocasiones más, pero casi 33 años después de haber pisado España por primera vez sigue en situación irregular, es decir, es invisible a los ojos de la administración del Estado, "siempre que voy a Extranjería me dice que no figuro en Ceuta" se lamenta Amira, cuya odisea ha hecho pública No Name Kitchen, que ha trasladado las preguntas de la SER a esta mujer “desesperada”.

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“Han llegado a venir asistentas sociales a mi casa, han visto mi cuarto y me dicen ya está, pero cuando viene la carta siempre viene denegada y no me explican los motivos. He llegado a pagar las tasas en el banco y al pasar los meses y vuelvo a Extranjería me dice tú no tienes papeles y tienes que demostrar que llevas aquí más de 3 años para solicitarlos y yo llevo aquí 32, casi 33, y la verdad yo no entiendo que pasa", se queja esta mujer, que como empleada de hogar en la economía sumergida gana menos de 500 euros al mes. En la casa en la que trabaja han intentado también regularizarla en dos ocasiones, según Amira, pero con el mismo resultado; el rechazo.

Apoyada por una prima que le ayuda a responder a la entrevista lanza un llamamiento a “que alguien que escuche mi voz me ayude". "Pido a los gobernantes que me arreglen la documentación como otra migrante que tiene derechos, estoy viviendo desde que era niña en España. Soy humana, quiero a alguien que me ayude, soy una persona como todo el mundo, hasta los animales tienen más derechos que yo", lamenta con amargura .

"Humillada y agobiada"

“Me siento humillada y agobiada , nadie me abre la puerta de la ayuda. Me agobio porque tengo depresión y ansiedad, tengo tratamiento por mis problemas de corazón . Cuando me quedo en casa me como mucho el coco y pienso en quitarme la vida , llevo aquí 32 años pa nada , bueno, no para nada, pero no tengo seguridad social, ni derechos , tengo el pasaporte caducado“ y eso le impide cruzar a Marruecos para renovarlo . Algo que necesita para iniciar de nuevo los trámites de solicitud de regularización en nuestro país. Tiene miedo a que si sale de Ceuta la policía española no la deje volver a entrar.

No fue hasta los 19 años cuando pudo tramitar su primer pasaporte marroquí que a duras penas ha ido renovando hasta el cierre de fronteras por el COVID cuando ya le acabó caducando, con lo cual , sin él, no puede realizar ningún trámite. “No tiene derecho a sanidad, paga un seguro privado para las secuelas COVID, problemas de corazón, crisis de ansiedad que padece desesperada por su situación” denunció la ONG en su página web .

Vive con el miedo a que la puedan deportar a Marruecos en cualquier momento, “estoy ilegal e indocumentada y el miedo que tengo yo es que me coja la policía y me devuelva a Marruecos , ese es mi miedo, no quiero volver al infierno del que salí, yo no quiero volver al pasado, quiero avanzar y gracias a dios ahora estas chicas ( en referencia a No Name Kitchen ) se han interesado por mi, se portan genial conmigo , me ofrecen ayuda y me hablan de solicitar asilo como una posible vía de solución“, responde a las preguntas de la SER.

De hecho la policía la ha parado en varias ocasiones, especialmente después de la pandemia del COVID, pero siempre llevaba consigo algún documento acreditando que estaba en trámite su solicitud de regularización y la dejaban marchar, sin embargo ahora no tiene ningún papel para demostrarlo.

"Es imposible solicitar una cita de extranjería o asilo en Ceuta"

Celia Martín, que apoya el proyecto de No Name Kitchen en Ceuta, que ofrece apoyo desde el punto de vista jurídico , de comunicación y salud a estas personas, denuncia que “actualmente nos estamos encontrando que es imposible solicitar cita en extranjería o de asilo en Ceuta.

Esto les impide no solo pedir la protección internacional, sino también poder cruzar a la península y tener mejores oportunidades de vida. Nos encontramos con una web para pedir asilo que solo abre entre 5 y 15 minutos dos veces al mes para poder solicitar la cita y el mes pasado ni quiera fue posible. Esto obliga a mucha gente a quedarse atrapados en Ceuta.

Pasa tanto con la primera como con la segunda cita de asilo y esto es una estrategia para que les cueste mucho más poder ir a la península”, subraya la portavoz de la ONG en Ceuta que se encarga de informar y ofrecer asesoramiento a la personas que se encuentran en situación irregular. Además , el trabajo de esta organización se hizo especialmente visible y valorado por el apoyo que ofrecieron a los niños que quedaron en situación de calle en la zona del puerto ceutí, tras el cruce récord por la playa del Tarajal de miles de personas en mayo de 2021.

"Tenemos un sistema de extranjería que no está pensado en las personas y genera barbaridades como ésta"

“Tenemos un sistema de extranjería que no está pensado en las personas y los derechos humanos . Está pensado en la contención , la represión y la discriminación de las personas. Entonces, cualquier caso que se salga de unos estándares documentales fijos produce barbaridades y situaciones como ésta”, denuncia Francisco Solans, uno de los mayores expertos en derecho y extranjería de nuestro país y portavoz de la Asociación de Abogados Extranjeristas.

Solans se ha puesto a disposición de la ONG para prestarle asesoramiento en este caso de Amira y lanza un mensaje a los responsables del área de Migraciones del gobierno, “la administración debería dar un ejemplo de flexibilidad, apertura de miras y facilitar el acceso a alguna de las fórmulas de regularización que hay. Lamentablemente, lo usual es que nos encontremos con un sin fin de trabas burocráticas y con la exigencia del pasaporte o de otro papel, por mucho que se demuestre que su obtención es imposible“, reclama este jurista con más de 25 años de experiencia en derecho de extranjería.

No Name Kitchen denuncia el caso de Amira como un ejemplo de las consecuencias dramáticas que tienen para miles de personas las actuales leyes de extranjería. Entre las estrategias jurídicas que estudian una es la vía de que solicite asilo como posible solución para esta mujer que después de casi 33 años “no existe” para la administración española.