Suspendido el partido entre Ajaccio y Girondins de la Ligue 2 por fuertes enfrentamientos entre los ultras de ambos equipos
El encuentro se ha detenido en el minuto 16 cuando aficionados de ambos equipos han intercambiado el lanzamiento de objetos
El partido de la segunda división francesa entre el Ajaccio y el Girondins de Boudeaux ha quedado suspendido a los 16 minutos por enfrentamientos violentos entre ultras de ambos equipos. Según ha informado el corresponsal de la Cadena SER en París, Andrés Onrubia, en su Twitter, una de las tribunas laterales ha quedado gravemente dañada mientras los aficionados intentaban saltar las vallas que separaban ambas zonas y lanzaban objetos, sillas e incluso una escalera.
Según informan medios franceses, los seguidores violentos del Girondins tenían prohibido desplazarse con el equipo, pero se habrían colado en el estadio Francois-Coty, hogar del Ajaccio. Una vez dentro, ambos grupos de seguidores se encontraron en una de las esquinas del estadio y comenzaron a lanzar objetos de una zona a otra, mientras algunos jugadores del Ajaccio intentaban calmar la situación.
El árbitro del partido, Gaël Angoula, ha ordenado la suspensión del encuentro y todos los jugadores se han retirado hacia los vestuarios. Onrubia ha descrito el momento como 'surrealista' en su cuenta de Twitter, "con los periodistas informando a pie de campo mientras los ultras huyen de los stewards por el terreno de juego". Con los seguidores del Burdeos ya dispersados por la seguridad del estadio, el medio L'Equipe informa que el partido se reanudará a las 21:55 horas.
Hechos recurrentes en Ajaccio
Los ultras del Ajaccio ya estuvieron en el foco mediático del fútbol europeo hace dos meses cuando agredieron y quemaron la camiseta de un niño de 8 años con cáncer que portaba la elástica del Marsella. El pequeño, gran aficionado del Olympique, había sido invitado por el club a presenciar el último partido de la temporada desde uno de los palcos del estadio. Como relató su madre, los ultras del Ajaccio golpearon al niño y quemaron su camiseta después de robársela. Ambos clubes condenaron los hechos y el Marsella presentó una denuncia contra los cuatro individuos autores de los actos. A falta de una resolución, el problema de los ultras en Francia persevera jornada a jornada.