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El CEO de Lufthansa se convierte en azafato por una semana: "A veces es necesario cambiar de perspectiva"

El director general de la aerolínea alemana decidió vivir esta experiencia tras más de 15 años trabajando para la compañía en muchos puestos, entre ellos el de piloto, pero nunca como tripulación de cabina

El CEO de Lufthansa, Jens Ritter, durante el vuelo en el que se desempeñó como tripulante de cabina. Imagen publicada en su Linkedin. / Jens Ritter a través de Linkedin

El CEO de Lufthansa, Jens Ritter, durante el vuelo en el que se desempeñó como tripulante de cabina. Imagen publicada en su Linkedin.

Madrid

Jens Ritter, que ejerce de CEO en la aerolínea alemana Lufthansa, ha decidido desempeñar el cargo de azafato durante una semana de agosto con el fin de "obtener nuevos conocimientos" tras experimentar este "cambio de perspectiva", tal y como contó a través de su perfil en la red social profesional Linkedin.

En los más de 15 años que lleva trabajando para el grupo empresarial en diferentes puestos, entre ellos el de piloto, nunca lo había hecho como tripulación de cabina. Este verano pudo acompañar a varios de sus compañeros en vuelos con destino Arabia Saudí y el emirato de Baréin.

Sobre las horas que estuvo atendiendo, primero a los pasajeros de clase ejecutivo en el trayecto a la capital saudí, Riad, y después, a los de económica en la vuelta a Frankfurt, el ejecutivo confiesa que le sorprendió "todo lo que hay que organizar, especialmente si algo no sale según lo planeado, como con las comidas ofrecidas en las tarjetas de menú que no era exactamente las que llevábamos a bordo".

Jens Ritter, CEO de Lufthansa, atiende a unos pasajeros durante un vuelo

Jens Ritter, CEO de Lufthansa, atiende a unos pasajeros durante un vuelo / Jens Ritter a través de Linkedin

Jens Ritter, CEO de Lufthansa, atiende a unos pasajeros durante un vuelo

Jens Ritter, CEO de Lufthansa, atiende a unos pasajeros durante un vuelo / Jens Ritter a través de Linkedin

Además, le resultó interesante el poder abordar los deseos de cada pasajero de forma individualizada, "con la energía diferente que cada uno tiene". Un reto, volar de noche, al que tenía ganas de enfrentarse sin ser como piloto para en la piel del que tiene que "estar presente, atento y encantador cuando el reloj biológico simplemente te dice que te duermas".

"Decidir las cosas en la oficina será diferente después de ver cómo afectan realmente las decisiones a bordo", señaló en la publicación de Linkedin a través de la que compartió su curiosa experiencia. No quiso pasar sin agradecer públicamente al equipo de abordo con el que compartió horas, a los pasajeros y a todos los implicados "por hacer posible esta experiencia".

 
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