"Tenemos margen de mejora como profesionales": una matrona reconoce que la atención al parto en España podría ser mejor

Madrid

Dar a luz es un acto fisiológico que pone fin a la gestación y que toda embarazada, en principio, es capaz de llevar a cabo. La atención a este proceso ha evolucionado en las últimas décadas: si bien tradicionalmente se había atendido en el hogar, a mediados del siglo XX su atención pasó al ámbito hospitalario, algo que disminuyó la mortalidad materno-infantil, pero que, al mismo tiempo, ha dado lugar a una elevada medicalización de la asistencia e instrumentalización del parto, como denuncian desde el año 2003 organizaciones como 'El Parto es Nuestro'. Un ejemplo: 28 hospitales españoles, públicos y privados, superan el 45% de cesáreas. Es decir, prácticamente la mitad de los partos que atienden terminan con esta operación, según una investigación de Eldiario.es.

La ONU ha dado algunos avisos a España en la atención al parto: el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer de Naciones Unidas dictó una sentencia histórica en 2020 condenando al Estado español por violencia obstétrica a raíz de la denuncia de una mujer que en 2011 sufrió daños físicos y psicológicos en un hospital público de Lugo. Después, en 2022, la ONU volvió a responsabilizar a España de ejercer violencia obstétrica con el caso de Nahia Alkorta, que sufrió estrés postraumático y tuvo secuelas físicas que le impidieron durante años llevar una vida normal.

Diana Oliver, colaboradora de La Ventana y autora de 'Maternidades Precarias', ha contado que la atención al parto en España puede ser mejor. Asimismo, ha apuntado que con la creación de la Estrategia de Atención al Parto Normal en 2007, se dieron grandes pasos en una mejora de la asistencia. Por ejemplo, se sabe que disminuyó el número de cesáreas o de episiotomías. Sin embargo, sabemos también que la violencia obstétrica es una realidad que sigue muy presente y que, lamentablemente, está muy normalizada tanto entre las mujeres que la sufren como entre los profesionales. La periodista ha explicado que la violencia obstétrica se refiere a esas prácticas que son percibidas como violentas por las mujeres durante el embarazo, el parto o, incluso en el postparto.

"Tenemos margen de mejora como profesionales"

Soledad Carreguí, matrona y jefa de servicio de parto del Hospital de la Plana, en Vila-real, Castellón, también ha pasado por los micrófonos de La Ventana. Carreguí trabaja allí desde hace más de 20 años. Ese hospital público es el escenario de un documental 'Parir en el siglo XXI'. Las protagonistas son cinco mujeres durante su embarazo, parto y postparto junto con las matronas de La Plana, que trabajan para favorecer que las mujeres sean dueñas de sus partos.

Carreguí ha asegurado que una atención al parto de calidad y respetado está basado en tres pilares: ofrecer una información adecuada a la mujer, respetar la fisiología del propio parto y ofrecer un acompañamiento profesional. La matrona ha señalado que no es lo mismo un parto respetado que un parto natural. "A nosotras nos gusta utilizar la palabra "parto normal". Es el parto que solo requiere el acompañamiento y que no requiere intervenciones", ha aclarado.

"Creo que el término violencia obstétrica nos molesta. Nosotros estamos para acompañar y el que nos digan que estamos ejerciendo violencia nos molesta. Sin embargo, tenemos que reconocer que está ahí y que tenemos margen de mejora como profesionales", ha indicado.

"Una hay una filosofía compartida que permite que las mujeres conozcan al equipo antes del parto"

Lucía Alcaraz también es matrona y trabaja en el centro de nacimientos 'Casa Laietània 'del Hospital Germans Trías de Badalona. Alcaraz, por su parte, ha aseverado que un centro de nacimientos es un espacio para acompañar a las mujeres que van a tener partos de bajo riesgo y en un entorno que se parece más a un domicilio que a un hospital.

Los centros de nacimiento son habituales en varios lugares de Europa, sin embargo en España son aún desconocidos. De hecho, 'Casa Laietàinia' es el único de titularidad pública. "Una de las ventajas de dar a luz en un centro de nacimientos es que hay una filosofía compartida que permite que las mujeres conozcan al equipo antes del parto y que puedan tomar decisiones sobre él antes de que se produzca", ha apuntado.