Rosa Dávila: "Hemos entrado en la fase de estabilización pero no en la de control del incendio"

Madrid

La presidenta del Cabildo de Tenerife ha estado esta noche en Hora 25 para explicar en qué punto se encuentra el incendio desatado en la Isla de Santa Cruz de Tenerife. "Hemos entrado en una nueva fase en la que en los últimos dos días el perímetro no ha crecido y, por lo tanto, podemos entrar en una fase de estabilización", cuenta. Pero afirma con severidad: "Eso no quiere decir que en el interior del incendio no se sigan produciendo reproducciones, porque hasta que se haya extinguido por completo pueden pasar meses". El incendio en Tenerife ha quemado 14.751 hectáreas en 90 kilómetros de perímetro en solo nueve días.

La presidenta del Cabildo de Tenerife indica que las reactivaciones de los fuegos dentro del propio incendio son cada vez menores, aunque quedan todavía puntos calientes y humeantes incluso. Hay una desescalada en los medios necesarios para abordar el incendio, profundiza Dávila, pero "todavía queda muchísimo trabajo, quizás el más ingrato y el menos vistoso".

Se está evaluando el incendio con medios aéreos e incluso con drones que vigilan con cámaras térmicas. "Con estos medios podemos ver esos puntos calientes en los que se pueden alcanzar temperaturas de hasta 400 grados en la superficie quemada", asegura. Por eso es muy peligroso dar por sentado que el incendio está controlado. "Todavía tenemos un incendio activo", zanja.

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En este momento, los equipos de emergencias, apunta la presidenta del Cabildo: "Estarán trabajando intensamente, probablemente durante todo el fin de semana, para llegar a un momento en el que se pueda pasar la alerta por el incendio a nivel uno y, por lo tanto, podamos dar por controlado el incendio y perimetrarlo perfectamente". De hecho, Dávila explica que, por ahora, "lo que se puede decir es que ya no es un incendio fuera de capacidad de extinción".

La magnitud del incendio era dantesca, señala. "El fuego ha evolucionado generando su propia meteorología, con nubes de humo y vientos intensos que lanzaban trozos de tronco y materiales incandescentes hasta a cerca de seis kilómetros a la redonda", cuenta. Y Dávila también destaca que este desastre ha ocurrido cerca de dos núcleos de población, con una evacuación de más de 13.300 personas "que a día de hoy están todos y cada uno en sus casas porque no ha afectado a ninguna vivienda", afirma. De hecho, ni siquiera ha habido que lamentar pérdidas humanas.

Precisamente sobre el impacto que pueda tener el incendio en las viviendas de las zonas aledañas también se ha pronunciado Dávila. El Cabildo ya ha empezado a trabajar en la evaluación del terreno afectado. "Es fundamental abordar la afección que tiene en nuestros montes y en las zonas muy escarpadas y con muchos barrancos, porque cuando vengan las lluvias eso será un suelo que no estará fijado, porque se han perdido los árboles y la vegetación. Y de este podrían aparecer escorrentías que vayan por los barrancos y afecten a la población", adelanta.