Dimite la diputada británica Nadine Dorries y acusa a Sunak de abandonar el conservadurismo e ir a la deriva
La diputada emitió una carta donde acusó al primer ministro de estar gobernando un "parlamento zombi" donde "no sucede nada significativo"
Madrid
La parlamentaria británica Nadine Dorries ha lanzado un ataque contra el líder de su formación, Rishi Sunak, del Partido Conservador, en su carta formal de dimisión donde ha acusado al primer ministro de dirigir un "parlamento zombi" y de carecer de visión política.
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Dorries, aliada cercana del exlíder Boris Johnson, había anunciado en junio que renunciaría y luego enfrentó crecientes críticas por no hacerlo, impidiendo que las elecciones para reemplazarla se llevaran a cabo junto con otras tres votaciones locales el mes pasado. Dorries renunció formalmente el sábado por la noche con una larga carta de renuncia y las elecciones parciales para reemplazarla probablemente tendrán lugar en otoño, lo que presentará a los conservadores otra prueba de su popularidad cuando están a la zaga del opositor Partido Laborista en las encuestas de opinión.
"Desde que asumió el cargo hace un año, el país está gobernado por un parlamento zombi donde no ha sucedido nada significativo. ¿Qué se ha hecho exactamente o qué se ha logrado?", dijo Dorries. "Usted ocupa el cargo de primer ministro sin ser elegido, sin un solo voto, ni siquiera de sus propios parlamentarios. No tiene mandato del pueblo y el gobierno está a la deriva. Ha desperdiciado la buena voluntad de la nación, ¿para qué?", añadió en su texto.
Sunak, ex ministro de Finanzas y banquero de inversiones, se convirtió en primer ministro en octubre del año pasado después de ser el único candidato nominado en una contienda por el liderazgo del partido. Esto siguió a una serie de escándalos que obligaron a Johnson a dimitir como primer ministro y a una agitación económica que llevó a su sucesora, Liz Truss, a dimitir después de sólo seis semanas.
Las votaciones parciales se consideran una de las pocas oportunidades que quedan para medir el apoyo público antes de esas elecciones. En julio, los conservadores de Sunak perdieron dos escaños parlamentarios de importancia estratégica, pero inesperadamente retuvieron el antiguo electorado de Johnson, en un revés para los laboristas.
"En su impaciencia por convertirse en primer ministro, antepone su ambición personal a la estabilidad del país y de nuestra economía", afirmó Dorries. "Desconcertados, buscamos en vano una gran visión política a la que pueda aferrarse el pueblo de este gran país, que haría que toda esta perturbación y la posterior inercia valga la pena, y no encontramos absolutamente nada".