Cómo un médico frenó la epidemia de muertes súbitas que asoló una familia canaria durante 200 años
El doctor Fernando Wangüemert y Carmelo Pérez, miembro de la familia, cuentan en 'La Ventana' cómo descubrieron la extraña mutación genética que mató a muchos de sus antepasados durante generaciones

Cómo un médico frenó la epidemia de muertes súbitas que asoló una familia canaria durante 200 años
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Hay historias que rozan tanto la ficción que pueden parecernos irreales. Relatos extraordinarios y que, como el de hoy, contamos en 'La Ventana' con uno de sus protagonistas. Esta historia se remonta al siglo XVIII, en Canarias, cuando un hombre se casó dos veces y tuvo once hijos en cada matrimonio, y de ambos enlaces, sucesivas ramas aún todavía desconocidas.
Lo particular de esta historia es que aquello desembocó en una mutación genética que, durante años y traspasando las siguientes generaciones, provocaba muertes súbitas. Sin saberlo, las muertes de estos descendientes respondían a un patrón. Tuvieron que pasar casi dos siglos, hasta que alguien intentara frenar esta mutación.
En la década de 1990, Carmelo Pérez, un hombre casado con una mujer del sur de Gran Canaria, observa que mucha gente joven relacionada con el entorno de su esposa moría de manera repentina. Las muertes súbitas ocurrían en circunstancias parecidas: ataques al corazón en jóvenes con una media de edad de 18 años y en situaciones de estrés o nervios (uno en Eurodisney, otro en una montaña rusa, otro navegando en un mar agitado, otro en el debut con su grupo de música...).
Carmelo se propuso hacer un árbol genealógico de la zona para tratar de vincular muertes del pasado a las actuales y averiguar si tenían conexión familiar. Contactó con un cardiólogo, el doctor Fernando Wangüemert, que investigó a fondo el caso. Todo se aceleró en 2007 cuando una familia, una pequeña rama de toda aquella gran familia perdió a tres de sus cuatro hijas. Y no volvieron a haber más muertes súbitas en aquel linaje, porque el equipo del doctor Wangüemert ya tenía todos sus esfuerzos puestos en este extraño caso.
'La Ventana' ha entrevistado al doctor Wangüemert para comprender mejor en qué consiste esta dolencia, cuyo nombre técnico es taquicardia catecolaminérgica: "Cuando nuestro corazón se acelera, segregamos adrenalina. El corazón de estas personas es un corazón estructuralmente normal, pero cuando detecta unos niveles de catecolaminas muy altos en sangre, empieza a hacer arritmia. En un momento determinado, se pueden hacer más complejas y provocar la muerte súbita del paciente. El único y primer síntoma de esta enfermedad puede ser la muerte súbita", explica el médico.
El doctor ha contado que, cuando conoció a Carmelo hace 25 años, el campo de los estudios genéticos aún no existía. Hoy en día se han desarrollado mucho y la Sociedad Española de Cardiología ya tiene una sección llamada cardiopatías generales. "Al ser una enfermedad muy esquiva, el diagnóstica era muy difícil", comenta.




