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Venecia 2023 | Emma Stone venga a todas las mujeres en 'Pobres criaturas', la sátira sobre el deseo feminista

La actriz, en huelga, es la gran ausente en el Festival de Venecia que acoge el estreno de este Frankenstein femenino dirigido por Yorgos Lanthimos

Emma Stone y Mark Ruffalo en 'Pobres criaturas' / Photo by Atsushi Nishijima. Courtesy of Searchlight Pictures. © 2023 20th Century Studios All Rights Reserved. / Atsushi Nishijima

Venecia

Es difícil no pensar en Virginie Despentes al ver Pobres criaturas, la película de Yorgos Lanthimos que ha presentado en el Festival de Venecia y que recoge los intentos del patriarcado por cercar y controlar el deseo y el cuerpo femenino, y la lucha y toma de conciencia de las mujeres. Protagonizada por Emma Stone, gran ausente en Venecia por la huelga de actores y actrices, la película es una adaptación más feminista de la retorcida y divertida novela de Alasdair Gray. Una especie de Frankenstein que habla, no solo de la creación y manipulación del cuerpo humano, sino del deseo, del sometimiento y de la violencia contra las mujeres. Temas que recogía Despentes en una de sus grandes obras, Teoría King Kong.

La novela sucedía en 1979, con el gobierno conservador de Margaret Thatcher, segunda vez que aparece el terrorífico fantasma de la Dama de Hierro en Venecia, todo un retroceso en derechos que para el autor hacían volver a Gran Bretaña a la edad victoriana. Esa es, precisamente, la época que elige Lanthimos para ambientar su película, que se mueve entre el cuento gótico, la sátira social y la ciencia ficción. En una ciudad inglesa vive un extraño doctor, experto en trasplantes y otras cosas raras, Willem Dafoe, que cuida de una chica extraña que, tras una operación de cerebro hecha por el doctor y padre adoptivo, tiene la edad mental de una niña, pero el cuerpo de una atractiva mujer. La brillante Emma Stone firma uno de los papeles más complejos y agradecidos de la temporada, pues maneja la comedia y evita caer en el arquetipos manidos. Para vigilar que aprende modales, contrata a un ayudante, otro médico, que acaba enamorándose de ella, Rami Youssef, al que conocimos por la serie Rami, en la que abordaba su vida como americano de origen árabe en el Nueva York post 11 de septiembre.

Sin embargo, Bella, así se llama la protagonista, escapa a toda opresión masculina, la del padre, Willem Dafoe, la del novio y aliado, y la de ese amante embaucador que se la lleva a conocer el mundo en un crucero por el Mediterráneo y que no es otro que un descarado Mark Ruffalo. Todo el viaje del héroe, de la heroína más bien, es una una huida del patriarcado, que aparece y reaparece bajo mil formas y que parece obsesionado con que el cuerpo femenino esté siempre disciplinado, en casa y listo para el servicio del hombre, como nos advertía Michel Foucault. Las mujeres del filme, solo sirven o para satisfacer sexualmente, obligadas por el matrimonio o por el dinero que pagan los clientes, o para cocinar y limpiar, como criadas y mujeres.

En todo ese camino, Lanthimos y su guionista Tony Mcnamara aprovechan para introducir algunas cuestiones como el habla de reparto de la riqueza, la revolución de clase, la prostitución, la violencia de género. Se habla del matrimonio, como señalaba Despentes, como otra forma de dominación masculina, se habla de ciencia y de romper las normas puritanas y convenciones sociales y, también, de los límites de la medicina, como hacía la obra de Mary Shelly de la que el filme y la novela son herederas, y de sanidad pública y universal.

Como lo era Teoría King Kong, Pobres criaturas es un grito de rabia y una cierta esperanza. Ahora que los Rubiales empiezan a ver peligrar su status quo, tenemos ejemplos de mujeres que dicen basta, en la vida real, que es lo importante, pero también en el cine, con nuevo roles en la ficción, como esta Bella, que funcionan como modelos para estas nuevas espectadoras que se acerquen al cine. Barbie y Pobres criaturas tienen algo en común, que usan la parodia de forma emancipadora. Es cierto que en ambas el gag acaba siendo algo recurrente y repetitivo. En Barbie era una muñeca la que desmontaba la construcción del género y del machismo y aquí este personaje que se comporta como una niña, sin pelos en la lengua, para desmontar no solo el machismo y la opresión hacía las mujeres; sino también el puritanismo y la hipocresía hacia el sexo. Abuso hay también del ojo de pez como recurso, algo qeu ya estaba en su anterior filme, La Favorita, donde conoció a Emma Stone y donde este cineasta tuvo el espaldarazo definitivo en Hollywood.

Lanthimos se ha ido despojando de esa crueldad que tenían sus primeras películas, Canino, Alps o incluso Langosta y El sacrificio del ciervo sagrado. A la vez, se ha ido alejando del realismo de sus inicios, utilizando elementos como el ojo de pez, con el que distorsiana la realidad, insistiendo así en que estamos en una sátiraq ue salta del humor a la violencia, con un vestuario que mezcla los códigos de la época con la moda actual, con una estética que rompe el realismo, llena de decorados que simulan Lisboa, Grecia, un crucero, el París revolucionario.

Este proyecto llega cinco años después del lanzamiento de La favorita, probablemente la película que supuso el espaldarazo definitivo del cineasta en Hollywood. Allí conoció a Emma Stone, que ha vuelto a rodar con él esta historia escrita por el mismo guionista, McNamara, que estuvo nominado al Oscar.

La otra película de la jornada también ahonda en la violencia ejercida sobre las mujeres en la historia. Finalmente l'alba, de Saverio Costanzo, es un drama de época, ambientado en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, cuando Cinecittà era una maquinaria de rodajes de superproducciones americanas. Allí, muchos italianos pobres acudían para ganarse un dinero como extras o, si había suerte, convertirse en una estrella. Toda la película está puesta en el descubrimiento de una joven inocente, como lo es el personaje de Lanthimos, que descubre su libertad y su identidad.

El cineasta italiano, sin embargo, apuesta por otros códigos, un melodrama de época, relamido y poco original que tiene el atractivo de haber juntado a estrellas estadounidenses, como Lily James, Joe Keery y Rachel Sennott. Saverio Costanzo es todo un fenómeno aquí en Italia, por haber firmado la adaptación televisiva de La amiga estupenda, la novela de Elena Ferrante, y por haber realizado películas como La soledad de los númros primos, otra adaptación de otro fenómeno literario, en este caso de Paolo Giordano, o Hungry hearts, con la que ganó la Copa Volpi hace unos años aquí Adam Driver.

Pepa Blanes

Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada...