Del duelo inexplicable a las buenas palabras: cómo la estrategia de Ferrari puso en peligro el podio de Sainz y el buen resultado del equipo

Carlos Sainz cierra un gran fin de semana en Monza consiguiendo el tercer puesto de la carrera, la pole del sábado y el premio al piloto del día en este GP de Italia. El madrileño se mostró muy contundente desde el viernes, liderando varias sesiones de libres por delante de Max Verstappen y, aunque en la carrera no ha podido sujetar a los Red Bull, consigue su primer podio del año y aumenta su ventaja sobre Leclerc a seis puntos en la clasificación. Sin embargo, todo eso pudo quedar en nada por la falta de contundencia de Ferrari y la ambición de Charles Leclerc. Así ocurrió.

Sainz aguantó quince vueltas titánicas perseguido por Verstappen. Pérez, que había salido desde más atrás, llegó detrás del madrileño a la vuelta 40 y lo adelantó en la 46. Con los Red Bull en su lugar, Sainz defendía el último escalón del podio y su compañero, Leclerc, era cuarto. "He tenido que apretar más de lo que debería y parar antes de lo que debería para pelear con los Red Bull, prefería intentarlo antes que quedarme con las ganas", decía Sainz tras la carrera; y efectivamente, ese esfuerzo extra iba a hacer que sus neumáticos sufrieran de cara al final de la carrera.

En esos últimos cinco giros, Leclerc decidió que el podio en Monza le resultaba más apetecible que un doble buen resultado del equipo. Y bien pudo ponerlo en peligro. El monegasco atacó con todo a Sainz en las últimas vueltas, bloqueando los neumáticos, adelantando y perdiendo la posición de nuevo, para finalmente quedarse detrás y fuera del podio. Desde Ferrari, pedían "correr sin riesgo hasta el final" después de uno de los movimientos más arriesgados de Leclerc, pero el 16 siguió intentándolo con las mismas ganas.

"Ha sido divertida, hacía tiempo que no me divertía tanto en una carrera porque se podía seguir al coche de delante y todos estabamos muy cerca. Ha sido bueno poder pelear con Carlos por un podio en Monza y habría sido una pena no hacerlo, pero hemos peleado al límite del reglamento", comentaba Leclerc tras la carrera. El monegasco se mostaba contento por poder disputar posiciones con buenos puntos y atribuía la batalla al aescenario, al igual que el jefe de equipo, Fred Vasseur: "LLgearon a bloquear la rueda delantera, pero les pedimos que no hubiera riesgo. Esto se mantendrá, desde el inicio de la temporada que no iba a haber un número 1 en el equipo a no ser que la situación lo pidiera".

El propio Sainz puso paz y después gloria a lo que podría haber sido una catástrofe en caso de accidente entre ambos pilotos del 'cavallino': "La batalla ha sido muy dura, pero siempre es un placer competir contra Charles, es un gran carrerista como Max y Checo, nos divertimos en pista. Creo que son parte de la carreras, los dos queríamos el podio y ha sido una batalla dura pero bonita". Pues eso, todos tan contentos. Sólo queda esperar la misma actitud desde Ferrari cuando sea Sainz el que ataque desde detrás. Próxima parada, Singapur.