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La inesperada reacción de Gavi con Lewandowski tras provocar el penalti que sorprendió hasta al polaco

El centrocampista del Barça festejó el penalti con un empujón a Lewandowski, que no lo vio venir

Robert Lewandowski, Gavi y Alejandro Balde, durante el partido entre el Osasuna y el Barça. (Photo by ANDER GILLENEA / AFP) (Photo by ANDER GILLENEA/AFP via Getty Images) / ANDER GILLENEA

El Barça se impuso por 1-2 al Osasuna en El Sadar gracias a los goles de Koundé y de Lewandowski. El central francés adelantó a los azulgranas en la última jugada antes del descanso tras conectar un buen cabezazo en el corazón del área que fue imposible para Aitor Fernández. Osasuna despertó durante la segunda mitad y, con un zurdazo inapelable, Chimy Ávila empató el encuentro con un remate que entró tras golpear en la parte interior del palo derecho de Ter Stegen.

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Faltaban cinco minutos para el final del tiempo reglamentario cuando Lewandowski cayó dentro del área tras un agarrón de Catena. El colegiado lo tuvo claro y señaló el punto de penalti. Desde el VAR le revisaron para que fuera verlo y, tras comprobar que el polaco controló el balón con el cuerpo y al ver que era el último hombre y que el defensor no tenía intención de disputar el balón, el defensor vio la cartulina roja.

Cuando Ortiz Arias señaló el punto de penalti, los jugadores del Barça que se encontraban sobre el terreno de juego lo celebraron porque veían que pasaban los minutos y no eran capaces de anotar. Uno de los más expresivos fue, como suele ser habitual en estas ocasiones, Gavi. El centrocampista golpeó con su pecho a Lewandowski cuando el polaco estaba de espaldas, que no vio la llegada de su compañero. Después, le dio un empujón que le desplazó varios metros y que dejó asombrado al delantero. El centrocampista se dio la vuelta y se encontró con Joao Félix en el camino, a quien chocó la mano y chocó el pecho con el suyo.

Lewandowski se reencuentra con el gol

El delantero no dudó desde que cayó en el área. Asumió la responsabilidad y cogió el balón dispuesto a lanzarlo. Con una pausa dramática durante su carrerilla para lanzar, el ariete engañó a Aitor Fernández y colocó el 1-2 que, a la postre, se convertiría en el marcador definitivo.

Un soplo de moral para un Lewandowski que no está viviendo sus mejores momentos desde que llegó al FC Barcelona por sus registros goleadores. Es cierto que lleva dos goles en cuatro partidos de Liga, pero se tratan de un rebote y de un penalti. Ahora, quién sabe si motivado por haber transformado este gol, puede reencontrarse con las cifras anotadoras que le convirtieron en el pichichi de la Liga en la pasada edición de la competición.