Todo lo que Rubiales hizo bien en la final del Mundial femenino

Madrid

Ya era hora de que terminara el verano porque necesitaba recuperar esta sección para poder dar mi opinión sobre un asunto del que seguramente nadie os ha hablado todavía: sobre Luis Rubiales. Creo, sinceramente, que el falso feminismo se está quedando sólo con lo malo de Rubiales y a mí me gustaría rescatar todo lo que hizo bien en la final del Mundial femenino. Y no lo voy a hacer por él. Sino por toda la gente que está sufriendo injustamente las consecuencias de esta polémica. Pienso en lo mal que lo deben estar pasando su madre, sus hijas y todos los puticlubs de Salobreña.

En primer lugar, yo creo que lo que pasó en la entrega de medallas no fue una agresión sexual sino un pequeño despiste. Es totalmente comprensible que si Rubiales ve desfilar a veintidós chavalas en pantalón corto se crea, por un momento, que no está en la final de un Mundial sino en una reunión de la Federación Española de Fútbol.

Tampoco creo que hubiera abuso de poder de Luis Rubiales respecto a Jenni Hermoso. Es más, si hablamos de fútbol, lo que creo es que hubo abuso de poder de Jenni respecto a Luis. Por un lado, una flamante campeona del mundo y por el otro, un ex lateral del Levante que no metió ni un gol en casi cien partidos.

Pero esto, como no le interesa al falso feminismo, no lo queremos ver. Como lo que pasó en el palco de autoridades, que nadie valora cómo el presidente de la federación supo mantener las formas. Por respeto a la reina y a la infanta, Rubiales se agarró los genitales por encima del pantalón en lugar de sacarse los testículos delante de todo Sydney, que es lo que seguramente le pedía el cuerpo.

Pero todo lo que hizo bien ya da igual porque el falso feminismo ha entrado en la típica dinámica de criticar por criticar. Y no sólo a Luis Rubiales, también a los futbolistas profesionales. La gente les acusa de no haberse mojado sobre este tema. Eso es mentira. Como si fichar por un equipo de Arabia Saudí a la mínima que les ponen un cheque delante no fuera una manera de decir lo que piensan de las mujeres.

Ni falso feminismo ni falso machismo. Yo siempre a favor de la falsa igualdad.