El juez del 'caso Negreira' plantea una posible "corrupción sistémica" dentro del Comité Técnico de Árbitros

El juez que investiga el 'caso Negreira' tiene claro que no existen indicios de un pago tradicional a árbitros para un partido en concreto y que, por lo tanto, que no podemos hablar de "compra de árbitros", aunque plantea una posible "corrupción sistémica" dentro del Comité Técnico de Árbitros (CTA) durante la época en la que Enríquez Negreira fue vicepresidente para favorecer al Barça. "Nos encontramos ante una forma novedosa de posible retribución ilegítima a árbitros de fútbol", dice el magistrado, en base a un sistema de calificación tutelado por el propio Negreira: "Podría permitir a los árbitros afines a él dirigir partidos relevantes de Liga o Copa y partidos internacionales o, incluso, mantener la categoría, aumentando así sus ingresos de forma importante".

En relación a este aspecto, el juez reconoce que cualquier equipo que haya coincidido con el Barça se puede sentir víctima y les permite personarse como perjudicados “ante la posibilidad lógica de que el Barça pagara a Negreira para que le beneficiara con cierta toma de decisiones en el seno del colectivo arbitral". El magistrado toma como referencia declaraciones de árbitros retirados que mencionaron que "el comité de valoración del CTA utilizaba un índice corrector (ellos le llamaban "corruptor" en tono de burla) para determinar la categoría interna de cada árbitro con las consecuencias económicas que esto suponía para los árbitros".

El Real Madrid y otros clubs, perjudicados

En respuesta a las peticiones del Barça y de Josep Maria Bartomeu de no admitir al Real Madrid como perjudicado, el juez no sólo rechaza estas reclamaciones, sino que abre la puerta a cualquier otro club que haya competido contra el Barça entre 2001 y 2018 (época de los pagos a Negreira) a presentarse como acusación particular. "Cualquier equipo de 1era División que haya coincidido con el FC Barcelona durante los años objeto de investigación debe ser admitido como ofendido por el delito". Aunque la Liga ya se ha personado en nombre de todos sus equipos, "si algún equipo prefiere ejercitar la acusación particular tendrá derecho a hacerlo".

El juez Joaquín Aguirre ha decidido además abrir una pieza separada por un posible delito de blanqueo de capitales, un tercer delito que se unirá a los de corrupción entre particulares en el deporte y administración desleal, por los que se investiga al Barça, a sus expresidentes Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell, al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, José María Enríquez Negreira, a su hijo Javier Enríquez y a los ex ejecutivos del club azulgrana Òscar Grau y Albert Soler. El magistrado considera que la investigación de este delito de blanqueo de capitales es compleja y puede ralentizar el desarrollo de las principales diligencias, en las que se busca encontrar respuesta a dos preguntas: por qué el Barça pagó 7 millones de euros en 18 años en Negreira y ¿a dónde fue a parar el dinero?

Además, el juez admite la petición de la Liga de incluir varios documentos confeccionados tras la explosión del caso por la Real Federación Española de Fútbol. Entre estos documentos, el cuestionario que envió el CTA a los árbitros para saber si habían tenido relación con Javier Enríquez, las comunicaciones intercambiadas entre el propio CTA y los árbitros en relación a Negreira y el informe que redactó el Departamento de Integridad de la RFEF después de su investigación interna.

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