El PSOE sitúa a Puigdemont en una posición de máximos pero con la "puerta abierta" a negociar la investidura

Había mucha expectación en el PSOE y también entre quienes tienen la interlocución con Junts sobre cómo iba a plantear Carles Puigdemont sus condiciones para la investidura de Pedro Sánchez en su primera intervención en público, dirigida fundamentalmente a los suyos, después de años en los que se ha negado a cualquier negociación con cualquier estamento del Estado. Ese es el contexto en el que la Moncloa interpreta las palabras del expresident, como una propuesta de máximos en la que empieza «pidiendo la luna», pero se muestra dispuesto al diálogo. «Podría haber salido a cerrar la puerta y la ha dejado abierta», aseguran fuentes socialistas, agarrándose fundamentalmente a que no ha puesto el referéndum de autodeterminación como condición para la investidura ni tampoco ha fijado un plazo para ese objetivo. Es un «avance claro», interpreta un dirigente del PSOE. No ha sido tan explícita la respuesta oficial de la Moncloa tras la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Puigdemont está en máximos y en esos términos ha respondido la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez: «Nos separa un mundo de esas posiciones, están en las antípodas», ha sentenciado, pero a partir de ahí la portavoz ha dibujado un escenario en el que es posible la negociación con el expresident fugado en octubre de 2017, tras el referéndum ilegal del 1-O. «Para abordar esta situación, tenemos una herramienta que es el diálogo, tenemos un marco que es la Constitución y tenemos un objetivo que es la convivencia», ha asegurado Rodríguez, que se ha extendido en explicar la hoja de servicios de Sánchez en Cataluña, la capacidad demostrada del Gobierno, eso ha venido a decir, para conducir a los independentistas al marco de la Constitución. Hay una frase en la intervención de Puigdemont que ha llamado la atención de algunos dirigentes del PSOE precisamente porque entienden que ya asume que el marco de esta negociación es la Carta Magna. «Ninguna de estas condiciones es contraria a la Constitución», ha llegado a decir el expresident. «Es otro Puigdemont en las formas y en el lenguaje», llegan a decir algunas fuentes socialistas. Con Núñez Feijóo todavía en tiempo de buscar apoyos para su investidura, la Moncloa hoy no ha entrado en detalles, aunque prometen una negociación basada en la «transparencia» sobre lo que se vaya a hacer, la «democracia» (la militancia del PSOE tendrá que avalar cualquier acuerdo como establecen los estatutos del partido) y la «coherencia» con la política de diálogo y la apuesta por la convivencia. En este se ha extendido Isabel Rodríguez en rueda de prensa, en que «Pedro Sánchez ha demostrado que ha hecho cumplir la Constitución en todos los territorios». De hecho, ha lanzado un mensaje de «tranquilidad a los españoles» porque, a su juicio, «ya nadie se cree que viene el lobo». «Ya está bien de meter el miedo en el cuerpo de los españoles», ha espetado. Lo que no ha respondido Isabel Rodríguez es si la Constitución da margen a una ley de amnistía, como pide Puigdemont o si eso se puede hacer en los tiempos que plantea, antes de la investidura. Estaba en la mesa de la Moncloa el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que es juez, que ha hablado de «estudiar todos los alcances con un objetivo concreto y claro: garantizar la convivencia en nuestra sociedad y en nuestro país». En paralelo, en el Congreso, Patxi López, el portavoz socialista, ha remitido al Tribunal Constitucional: «Hay mucha gente que dice que cabe, no cabe. Eso lo tendrá que decir en definitiva el Tribunal Constitucional», ha dicho en una rueda de prensa.

El PSOE sitúa a Puigdemont en una posición de máximos pero con la "puerta abierta" a negociar la investidura

Es "otro Puigdemont en las formas y en el lenguaje", aseguran fuentes socialistas. Hay dirigentes que ven un "avance claro" que no ponga el referéndum como condición ni plantee un plazo para su celebración

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