Los oficios y la expulsión
Porque enseñar, como operar, es un trabajo muy delicado y creo que un alumno, y estos alumnos lo están diciendo, al igual que un paciente puede decirlo, no deja que le abra cualquiera su cabeza o su cuerpo
La contra | Los oficios y la expulsión
Madrid
Hoy no hay respuesta. Hoy Carmen Borrego ha dicho una frase de su madre, María Teresa Campos en el tanatorio: "No te retira nadie, te retira el público y a mí el público no me ha retirado", decía Campos. Hablaba de una periodista, pero son palabras que, con matices, se aplican a otros oficios. Por ejemplo, los oficios de enseñar y los oficios de sanar. Probablemente los más necesarios de todos. Y suelen ejercerlos mejor suelen aquellos que tienen experiencia. Yo me he acordado con esta historia de mi amigo jubilado de Valladolid, Alejandro Sevillano, que hace años emprendió una batalla sin resultado contra la DGT porque no le renovaron el carné.
Él supo de primera mano las señales de cómo el sistema, en su caso, a través de una máquina, puede prescindir de ti. Primero, no te quiere en el mercado laboral, luego no te quiere subir a un coche. Al final, directamente no te quiere. En los dos casos se trata de sacarte de la circulación, pero nadie sabe mejor que uno mismo o que tus alumnos cuando tú estás más preparado para estar en el aula que en el sofá. Porque enseñar, como operar, es un trabajo muy delicado y creo que un alumno, y estos alumnos lo están diciendo, al igual que un paciente puede decirlo, no deja que le abra cualquiera su cabeza o su cuerpo.
Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio...