El número de ricos, los que atesoran un patrimonio de más de 30 millones de euros, ha vuelto a crecer en España otro 15% más, según los últimos datos de la Agencia Tributaria. Ha aumentado también el número de autonomías que le perdonan el impuesto sobre la riqueza. A puertas de que se abra el mayor debate de la legislatura que viene, el de la financiación autonómica y del Estado, conviene hacer radiografía de la riqueza y la desigualdad. Sube el número de millonarios y suben sus millones en un 20%. En un año, los 831 españoles más ricos han agrandado sus fortunas en 10.496 millones más. Si contamos sólo los que tienen más de 30 millones de euros, la cifra ha aumentado un 15% este año. Eran 724 el año pasado, son 831 al cierre de 2021, según la memoria que acaba de publicar Hacienda. En una década, el número de estas grandísimas fortunas se ha duplicado. Eran unos 300 hace 10 años y hoy son 831. En dinero, si el año pasado declaraban tener 51.000 millones, ahora declaran 61.500 millones. Por entender la cifra: cada uno de ellos, como media, declara patrimonios de 74 millones de euros por cabeza. Hay más. 15% más millonarios, 20% más ricos. Dos de cada tres no paga ningún impuesto por ese patrimonio. La razón es que de esos 831, 524 viven en Madrid, donde no se cobra a las grandes fortunas. Sólo 307 pagan. Así que la primera conclusión es que tenemos más millonarios que nunca y pagan menos que nunca. Tres de cada cuatro euros que tienen es dinero que está generando dinero, que se invierte: 636.000 millones de euros. Este es el primer problema fiscal que tenemos. Si tú tienes dinero, inviertes y ganas, pagas un 25% de impuestos en esa ganancia de capital o tu nómina equivalente paga el doble en el impuesto de la Renta. Los economistas cuentan esto diciendo que el retorno del capital es mayor que el del trabajo, vamos que renta más tener dinero que tener nómina. Así que tenemos aquí la primera clave de por qué crece la desigualdad. Eso son tres de cada cuatro euros que tienen. Y nos queda el otro euro, que son, o 161.000 millones en pisos. En concreto, 161.000 millones en pisos. O 16.000 millones en seguros. Hay otra partida, 1.000 millones en joyas, pieles, vehículos, embarcaciones y aeronaves. 1.037 millones para ser exactos. Es el equivalente al presupuesto en Cultura de todo el Estado central. En objetos de arte y antigüedades hay otros 854 millones de euros más. El total en bienes suntuarios duplica el presupuesto de Cultura del Estado. Si los incluimos a todos, no sólo a nuestros pobres 831 más millonarios, sino a los 231.000 mayores capitales del país, tenemos: En Madrid, 20.030 personas con más de 700.000 euros en patrimonio (exceptuando su casa) no pagan ningún impuesto. Madrid deja de ingresar 1.212 millones en Impuestos. Andalucía se ha sumado a esa bonificación del 100%, lo que significaría renunciar a 107 millones que ingresa hoy, y Galicia al 25%, lo que significa renunciar a 20 millones más. En total, tres autonomías que en la reforma del sistema de financiación autonómica piden fondos al Estado dejan de ingresar 1.340 millones de euros. El Gobierno ha anunciado un impuesto para igualar ese impuesto en toda España, que ha sido recurrido al Constitucional por Madrid, pero en un momento en que se va a abrir el debate más duro de la legislatura ––el del dinero para cada autonomía–– tres de ellas no lo cobran. El argumento contra este impuesto suele ser que provoca la fuga de los ricos. Es curioso porque hay otra autonomía que lo desmiente, Cataluña, donde sí se paga. El número de millonarios con más de 30 millones crece más que en el resto del Estado. Si en España crece al 15%, en Cataluña crece un 23% desafiando ese argumento de que los ricos se van si tienen que pagar impuestos.