"Para muchas familias puede ser más importante que se estropee un televisor": la reflexión de Niño Becerra sobre los que se quejan del coste de la vuelta al cole

Como cada año, la vuelta al cole no está exenta de debates. No solo por la conciliación, los horarios de los niños... también por el coste que ello supone para las familias. Según los datos aportados por el Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum, el 83% de los padres y madres de nuestro país reconoce que se endeuda para hacer frente a estos gastos, ya sea pidiendo un préstamo o haciendo uso de la tarjeta de crédito, mientras que en Europa la media es ligeramente más baja (77%). Esto posiciona a España como el cuarto país europeo donde más hogares han pedido dinero prestado, solo adelantado por Reino Unido, Austria y Francia.

Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recoge que el gasto medio por hijo en esta vuelta al cole asciende a 2.186 euros. De este total, 200 euros se invertirán en libros de texto. Para interpretar estos datos, el economista Santiago Niño Becerra visita 'La Ventana', donde ha comentado el esfuerzo que supone para cualquier familia de clase baja o media este elevado gasto puntual.

El coste varía en función de si la educación es primaria, secundaria o si el alumno estudia Bachillerato, así como si el centro es público o privado. Además, depende también de cada Comunidad Autónoma, ya que cada una de ellas ofrece más o menos ayudas económicas que otras.

Sobre estos datos, la opinión de Niño Becerra es clara: "En Noruega, un país rico y uno de los países europeos con mayor PIB per cápita, el 61% de las familias tiene que recurrir a algún tipo de crédito para hacer frente a este gasto escolar. La pregunta es, ¿si a una familia noruega se le rompe el televisor, tendría dinero para comprarse uno? ¿El 61% de las familias tendrían que recurrir a un crédito? Para muchas familias puede ser más importante que se estropee un televisor", explicaba el economista. Con estas palabras, Niño Becerra comentaba que hay familias que guardan ese colchón económico para otros gastos y no para los derivados de la educación.

Uno de los problemas que explica este elevado gasto, según el economista, puede ser la duración de los materiales, el periodo durante el que son útiles: "Cuando yo iba al cole, un libro de texto duraba ocho o nueve años. Hoy en día, muchos libros cambian de un día para otro. Además, muchos niños cuentan que los libros de texto los usan poquísimo porque funcionan mucho a base de fotocopias o de textos colgados en Internet". Esta dinámica se ve acentuada por las diversas modificaciones en los planes educativos, que se modifican con cada cambio de Gobierno, y la ausencia de un acuerdo a nivel estatal.