"Rodolfo Sancho sabe cómo se han educado las cámaras": Jabois, sobre las primeras palabras del actor
El periodista y escritor ha querido reflexionar sobre la gestión de las emociones después de que Rodolfo Sancho, padre de Daniel Sancho, el español que asesinó al cirujano colombiano Edwin Arrieta en Tailandia, haya hablado ante los medios de comunicación
Manuel Jabois, sobre Rodolfo Sancho: "Cada uno gestiona sus emociones como puede o le dejan"
Madrid
El actor Rodolfo Sancho ha visitado hoy por primera vez a su hijo Daniel Sancho, cocinero de profesión y acusado de matar al cirujano colombiano Edwin Arrieta en Tailandia. A las puertas de la prisión donde está su hijo, Sancho ha hablado ante varios medios de comunicación para dar su pésame a la familia de Arrieta y expresar su "confianza" en la justicia tailandesa. También ha querido dedicar algunas palabras a la gestión de estas dificilísimas circunstancias: "Hay dos formas de tomarse las cosas en la vida, o como una desgracia o como un reto. No van a conseguir lágrimas de mí"
Sobre estas primeras palabras de Rodolfo Sancho ha querido reflexionar el periodista y escritor Manuel Jabois. "Cada uno gestiona sus tragedias como puede o como le dejan sus emociones. Sancho, que es famoso desde hace muchos años y está muy acostumbrado a las cámaras, sabe cómo se han educado esas cámaras. Y esas cámaras y los jefes de esas cámaras que están en sus despachos, imagino yo, que quieren algo que Sancho se ha apresurado a negarles, que es la representación física de su dolor. Diré más: la representación mercantil de su dolor", ha explicado el colaborador habitual de 'Hora 25'.
Esta situación, la de quien es padre de un asesino confeso, le ha servido a Jabois para dejar la siguiente frase: "No se está más triste por llorar. Ya lo sabemos. No se está más alegre por reír. No eres menos víctima por irte de fiesta al día siguiente. Tampoco eres menos culpable por deprimirte". Y después ha continuado: "Lo que ha hecho el dueño de esas emociones es avisar y decidir dónde expresarla, porque además la propia palabra, las emociones, sabemos que son sentimientos privados, sentimientos íntimos y que a veces se puede elegir guardarlas"
Daniel Sancho, de 29 años, se encuentra en la prisión de la isla de Samui desde el 7 de agosto, cuando pasó a disposición judicial tras ser detenido dos días antes en la vecina isla de Phanghan, donde se cometió el crimen, que el joven confesó ante la Policía. Las visitas regulares en la prisión de Samui de familiares y amigos suelen durar 15 minutos, pero Sancho pudo hoy pasar más tiempo con su hijo porque iba acompañado de los abogados, a los que se les da más tiempo para entrevistarse con los presos.
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Cada uno gestiona sus tragedias como puede o como le dejan sus emociones. A ver, Rodolfo Sancho, que a pesar del titular que hay, que efectivamente es un gran titular, y ha circulado en todos los medios, lo primero que hace en cuanto se acercan los micrófonos, es dar el pésame a la familia del cirujano asesinado. Está viviendo una tragedia porque ser padre de un asesino confeso lo es.
Creo que lo que ocurre es que Sancho, que es famoso desde hace muchos años y está muy acostumbrado a las cámaras, sabe cómo se han educado esas cámaras; y esas cámaras y los jefes de esas cámaras que están en sus despachos, imagino yo que quieren algo que Sancho se ha apresurado a negarles, que es la representación física de su dolor. Diré más: la representación mercantil de su dolor.
No se está más triste por llorar. Ya lo sabemos. No se está más alegre por reír. No eres menos víctima por irte de fiesta al día siguiente. Tampoco eres menos culpable por deprimirte.
Las emociones dicen mucho de nosotros, pero no lo dicen todo, ni elegimos cuándo tenerlas, ni tampoco, a veces sí, podemos elegir dónde exhibirlas. Y el culebrón sensacionalista en que se ha convertido un asesinato infame supongo que le convendrían imágenes en pantalla de padres fuera de sí, rotos y arrasados por el dolor, porque las emociones describen mucho. Describen a veces exóticamente. Y sí, desde luego venden bastante, pero lo que ha hecho el dueño de esas emociones es avisar y decidir dónde expresarla, porque además la propia palabra, emociones, sabemos que son sentimientos privados, sentimientos íntimos y que a veces se pueden elegir guardarlas.
La contra | Las emociones no lo dicen todo