El actor Maxi Iglesias ha sido el último Gato pardo que ha pasado por los micrófonos de El Faro, con Mara Torres. Durante los 30 minutos que ha durado la entrevista, el madrileño ha abierto, no solo el cajón de sus recuerdos más personales, sino que también ha querido compartir algunas de las partes más íntimas de su vida. Ha reconocido que en muchas ocasiones le gustaría volver a ese momento en el que se ponía el babi escolar con 6 años y soñaba con ser un superhéroe, para pensar que podía «conseguir cualquier cosa». Una infancia de la que guarda muchos momentos, algunos dolorosos, como fue crecer con la ausencia de su padre, ausencia a la que, de alguna manera, dio sentido cuando empezó a trabajar en la serie Física o Química, su primer gran papel. Desde 2005 había participado en algunas series, con algún papel secundario de corta duración, pero no fue hasta 2008 cuando llegó su primera gran oportunidad laboral. Ese año se convertiría en César Cabano, un joven un tanto rebelde que daba clase en el instituto madrileño Zurbarán. La serie, que se convirtió en un éxito en el momento de su estreno y que estuvo tres años en emisión, con un total de siete temporadas y 77 episodios, supuso un gran cambio en su vida. Reconoce que, cuando acabó de grabar las dos primeras temporadas que se rodaron casi de una forma continuada, tuvo que irse a Australia para digerir, «lo más lejos posible de casa», todo lo que estaba pasando. Allí se dio cuenta de que le gustaba actuar. Pero la oportunidad de hacer lo que verdaderamente le gustaba no fue lo único que le dio la serie de Atresmedia. Allí también pudo reencontrarse con una parte de su pasado, con la ausencia de su padre. Por primera vez, entre el personal del equipo, pudo verse reflejado porque había muchos compañeros que, igual que él, habían crecido o ya no tenían una figura paterna. Una situación que no había experimentado anteriormente, ya que en su círculo social, como era su colegio o grupo de amigos, no había casos similares al suyo. «Nos dimos cuenta de que era algo especial. Yo todavía no había estudiado nada de psicología, lo que implica según qué faltas o qué ausencias, pero era una casualidad, ni siquiera, creo que la palabra casualidad es desmerecer en ese momento... Era como qué tenemos dentro, qué no tenemos, de qué estamos necesitamos y por qué estamos aquí», una situación que, admite el actor, marcó mucho su vida y que le permitió sacar lo que tenía dentro y luego continuó profundizando e investigando para hallar la respuesta, que confiesa, ya la tiene. «En ese momento fue increíble», puntualiza. Posteriormente Iglesias estudió psicología. Una carrera que también le ha servido para afrontar situaciones personales y que quiere aplicar en su profesión en el futuro. «Mi sueño, mi idea, es dirigir. Hay muchas partes buenas en el rodaje, pero hay falta de empatía y entender cómo está el otro y esa psicología puede ayudar mucho, a poder relacionarte y entender qué está pasando», ha confesado el actor.