Sevilla despide entre aplausos y palmas por bulerías a María Jiménez en su último paseo por Triana

El féretro de la artista María Jiménez, fallecida en Sevilla a los 73 años, ha sido transportado en un coche de caballos desde la capilla ardiente del Ayuntamiento de la capital andaluza a la iglesia de Santa Ana de Triana, donde se ha celebrado una misa. Así lo dejó escrito, quería que su féretro desfilase en un coche de caballos hasta la Iglesia donde ha tenido el funeral, Santa Ana de Triana. El coche de caballos ha recorrido las calles Hernando Colón, Alemanes, García de Vinuesa, Arfe, Antonia Díaz, Paseo de Cristóbal Colón, el puente de Triana, la plaza del Altozano, Pureza y Santa Ana. La despedidoa ha sido multitudinaria, emocionante y única. El carruaje estaba tirado por cuatro caballos blancos adornados con penachos de plumas, tan características de la cantante de «Se acabó». Emoción a flor de piel cuando su hijo Alejandro Sancho, arropado por amigos entre los que se encontraba Francisco Rivera -que ha lucido un broche de plumas de pavo real en la solapa en homenaje a la fallecida- ha abandonado el consitorio portando a hombros el féretro de su madre, cubierto con un mantón de manila de María, que han introducido entre aplausos en la calesa. Tras varios minutos en los que cientos de personas han ovacionado a la artista, el cortejo, encabezado por dos coches fúnebres repletos de coronas de flores, ha comenzado su recorrido. La plaza de San Francisco, el Paseo Colón, el Puente de Triana, la calle Pureza... lugares muy importantes para María Jiménez, en los que se han congregado cientos de personas que han palmeado el paso de sus restos mortales, rindiéndole el homenaje con el que siempre soñó, y cumpliendo su último deseo. Un último paseo por Triana en el que su querida Sevilla se «echado» a la calle para despedirla por todo lo alto, y en el que no han faltado las lágrimas, los aplausos y un intenso respeto por la cantante de «Con golpes de pecho», que ha entrado en la parroquia de Santa Ana entre una emocionante ovación por parte de los sevillanos que se han volcado en su último adiós. Sorprendida y muy agradecida por las innumerables muestras de cariño que han recibido tras el fallecimiento de María Jiménez, y «en shock» al ver que Sevilla se ha lanzado literalmente a las calles para despedir de una manera muy especial a la cantante. Isabel, su única hermana y uno de los pilares fundamentales de su vida, ha sido de las primeras personas que ha llegado este viernes a la capilla ardiente de la artista en el Ayuntamiento de la ciudad andaluza; y a pesar del doloroso trance que está atravesando, ha querido atender a los medios de comunicación antes de que el féretro con los restos mortales de la inolvidable intérprete de «Se acabó» recorra las calles de su Triana natal cumpliendo así con su último deseo. Reconociendo el cansancio que arrastra tras varios días sin dormir apenas porque fue ella quien acompañó a María en el hospital antes del triste desenlace, Isabel se ha mostrado muy emocionada y reconfortada por lo vivido en las últimas horas: «Dentro del dolor porque mi hermana estaba ya muy enferma y la enfermedad se la ha llevado, para nosotros esto es una satisfacción muy grande. Sevilla se volcó, vinieron 30.000 personas. Yo estaba sorprendida, porque sé cómo la gente la quiere, pero es que lo de ayer yo no me lo esperaba, pero además que nos gusta porque ella eso era lo que quería, su público, su gente, su Sevilla, su Triana... Hoy se cumple el último deseo que ella quería, su paseo en coche de caballos. Aquí se cumple todo lo que ella decía, todo». Cosechaba casi cincuenta años de carrera musical. Publicó dieciocho álbumes, además de actuar en películas y series de televisión. Entre sus reconocimientos fue galardonada en el año 2022 con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, otorgada por el Ministerio de Cultura, y también la Medalla de la Ciudad de Sevilla, la Insignia de Oro de Chiclana, el Premio Andalucía Excelente o la distinción en los Premios Radiolé. El alcalde de la ciudad, José Luis Sanz, ha confirmado que los servicios municipales urbanísticos están ya buscando un «espacio» en el entorno de la calle Betis, en el barrio de Triana, para dedicárselo a María Jiménez. «Es lo lógico» que el espacio esté en Triana, ha defendido el alcalde, para el que la propuesta --que se elevará al próximo Pleno-- «se la merece María». «Se merece un espacio en la ciudad que tanto quería y que tanto la quería». El regidor hispalense ha lamentado la pérdida de «una artistaza, con una fuerza como no tenía ninguna otra». Sanz ha recordado que María Jiménez reconoció con motivo de la concesión de la Medalla de Oro de la ciudad que fue «uno de los pocos días que lloró en su vida». Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha trasladado su pésame en nombre de todos los andaluces por el fallecimiento de la cantante, bailaora y actriz María Jiménez. Moreno ha lamentado la pérdida de la cantante, «que ha sido una artista también de mucha raza, de mucho talento, de mucha capacidad, con una fuerte personalidad que lo ha demostrado en los escenarios y fuera de ellos. Una mujer que, evidentemente, no solamente en el mundo del arte y la música, sino que la vamos a echar de menos el conjunto de los andaluces», ha señalado. «Trasladamos nuestro pésame y nuestro sentir por esa pérdida que, sin duda alguna, lamentamos todos profundamente», ha añadido el presidente andaluz. «Siento de corazón el fallecimiento de María Jiménez. Una gran artista y una mujer valiente, con casi 50 años de carrera en la música. Nos deja su talento, su impronta y su amor a Andalucía. Descanse en paz», ha manifestado en dicho mensaje de pésame. Alejandro Jiménez, hijo de María Jiménez, ha recordado a su madre como una mujer que «no ha sido una sabionda. Ha vivido y sufrido muchísimo, a tope, y ha llegado al nirvana de su profesión. Eso es lo más bonito». En declaraciones a los medios, el hijo de la artista ha subrayado que María Jiménez «apoyó a toda la gente» que se lo pedía, «desde colectivos LGTBI a amigos». Ha afirmado que su madre «no se ha enterado» de su muerte. «Vino a Sevilla, estuvo de broma ayer --en alusión al miércoles 6 de septiembre-- con su hermana con la que se iba a hacer un TAC y directamente no se ha enterado de nada. Ni ella, ni yo ni nadie. Ha sido de sorpresa», ha relatado. Alejandro Jiménez ha recordado que su madre ha pasado un verano «feliz, con sus nietos, como ella quería». Ha pedido recordarla brindando con una copa y escuchando su música. En este punto, ha señalado que sus canciones preferidas son la versión que hizo María Jiménez de «Calle Melancolía» y uno de sus últimos temas, «Vida», que sonará en su funeral.

Sevilla despide entre aplausos y palmas por bulerías a María Jiménez en su último paseo por Triana

Un coche de caballos ha transportado el féretro por las calles de la ciudad, tal y como fue su voluntad. Más de 30.000 personas han visitado la capilla ardiente de la artista

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