España no estaba tan cerca de los funestos Nixon y Kissinger
España no estaba tan cerca de los funestos Nixon y Kissinger, sino de la Unión Europea, de Willy Brandt, de Olof Palme y de George Pompidou. De todos aquellos que siempre dejaron claro que jamás le abrirían la puerta a una España no democrática
España no estaba tan cerca de los funestos Nixon y Kissinger
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Madrid
En 1973 había toda una generación de jóvenes españoles que intuía la próxima muerte del dictador Francisco Franco y peleaba, y soñaba, con alcanzar una democracia plena, en la que socialistas y comunistas pudieran también expresarse libremente, como en el resto de Europa, y alcanzar su lugar en un parlamento libremente elegido. Es difícil que se comprenda ahora lo que significó en aquel momento el golpe de Estado en Chile, la angustia, la pesadilla que provocó la muerte de Salvador Allende y las terribles escenas del Estadio Nacional, a todos nosotros, a nosotros que cantábamos desde hacía ya mucho tiempo “Te recuerdo Amanda”. Imposible que se imagine la furia y el dolor que provocaron en toda aquella generación de jóvenes ansiosos de democracia que se cercenara así lo que parecía un camino nuevo y necesario. Afortunadamente, España no estaba tan cerca de los funestos Nixon y Kissinger, sino de la Unión Europea, de Willy Brandt, de Olof Palme y de George Pompidou. De todos aquellos que siempre dejaron claro que jamás le abrirían la puerta a una España no democrática. Gracias.
Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...