Eva Amaral: "Quitarme la camiseta en el escenario fue la liberación más grande que he sentido jamás; toda la montaña de odio que he recibido me da la razón"

Madrid

Hace 25 años Eva Amaral y Juan Aguirre crearon una de las bandas más icónicas de nuestro país: 'Amaral'. Nunca se imaginaron que sus canciones formarían parte de la banda sonora de toda una generación o que conciertos como el de su veintincinco aniversario en el festival Sonorama Ribera pasarían a la historia. Un concierto en el que Eva Amaral se descubrió el pecho para reivindicar la libertad de las mujeres, un acto que dio la vuelta al mundo, y que reconoce que fue el "momento de liberación más grande que ha sentido jamás". La banda ha pasado por los micrófonos de 'Hora 25' con Aimar Bretos para repasar toda su trayectoria y los más de 25 años que llevan subidos al escenario.

El desnudo en el Sonorama Ribera

Durante la actuación en el Sonorama Ribera el pasado mes de agosto, la cantante Eva Amaral decidió quitarse la parte de arriba de su vestido y mostró sus pechos ante más de 35.000 personas. Confiesa que lo pensó tres días antes y que lo hizo después de ver lo que había ocurrido con Rocío Saiz, algo que fue "un detonante" para ella: "Que subiera un policía a detener su concierto y que recibiera todos esos comentarios fue determinante. Me dio la sensación de que se sentía sola en esa lucha suya y que el mundo de la música no estaba reaccionando con ella. Poner un tuit no era suficiente".

La cantante reconoce que, conforme pasan los años, ha visto que la gente tiene más miedo a mostrarse, a que le hagan una foto. Hay censura, dice, como ocurrió con la representación de la obra de Virginia Woolf en Madrid. "No podemos ir hacia atrás", insiste.

"Ya sé que yo no gané ningún derecho aquella noche, pero lo que no puede ser es que al día siguiente lo esté perdiendo porque la gente no sea capaz de entender que encima de un escenario somos libres y no solo allí, deberíamos serlo en nuestra vida", resalta.

Desde el Sonarama, han recibido muchísimo odio, amenazas e insultos. "No me quiero hacer la víctima, pero es increíble que una persona, por ser libre en un momento determinado de su vida, por hacer tan poca cosa como salir al escenario con el torso desnudo, reciba esto", dice. Amaral recuerda que en ese mismo festival hubo muchos chicos que salieron al escenario con el torso desnudo y que no pasó nada. "Incluso, si hago memoria, hay gente que ha salido al escenario desnudo y aquí no ha pasado nada", recuerda.

La cantante entiende que haya personas incómodas, a las que esta situación les haya podido remover, y que sigan viendo el pecho de la mujer como un tabú: "No digo que lo desexualicemos, pero tampoco que lo tapemos. No me parece que ea un acto de provocación que un hombre se quite la camiseta, por qué tiene que serlo que me la quite yo".

Amaral nunca se imaginó la repercusión que tendría quitarse la camiseta en el escenario, pero no se arrepiente. De hecho, asegura que lo volvería a hacer. "Toda esa montaña de odio me da la razón. Lo volvería a hacer, no me arrepiento". Además, reconoce que lo que sintió en ese momento fue "la liberación más grande que ha sentido jamás". Ambos recuerdan como, entre las primeras filas del público, todo el mundo empezó a quitarse la camiseta, tanto chicos como chicas. "Fue precioso. Algunos incluso lloraban. Por algo será, ¿no?, ¿no nos da que pensar que hay algo ahí que tiene que avanzar más todavía?", se pregunta.

La banda sonora de una generación

Eva Amaral y Juan Aguirre se conocieron en el año 1992, ambos tenían sus respectivos grupos y coincidieron en un estudio. Empezó entonces una relación que los convertiría en 'Amaral', una de las bandas más icónicas de nuestro país. "No pensamos que eso fuera a convertirse en un grupo. Nos lo imaginábamos como algo más abierto porque empezamos tocando versiones", confiesa Aguirre. De hecho, siguen definiéndose así, como "musicalmente muy abiertos". La mejor forma de verlo, dice Amaral, es ver la evolución entre los discos y sus canciones: "Empezamos a componer en 1992 y no sacamos el primer disco hasta 1998, ahí hay ocho años de canciones, de sensaciones, de épocas de nuestra vida".

Ahora, 25 años después de ese comienzo siguen sin creerse todo lo que les ha pasado. "Cada vez que alguien nos dice que escuchaba nuestras canciones en el coche con sus padres, como recuerdos de la infancia de toda una generación, para nosotros es muy emocionante", reconoce Amaral. Que sus canciones se hayan colado en esos recuerdos, explica, es precioso: "Nosotros lo hemos vivido con otros artistas que escuchábamos en el coche con nuestros padres y sabemos que esa época de tu vida marca mucho y que se recuerda como un momento de felicidad".

A pesar de la experiencia, de todos los conciertos que llevan a sus espaldas, confiesan todavía siguen poniéndose nerviosos antes de subirse al escenario.

El sonido 'Amaral'

Para Amaral ese sonido es, inconfundiblemente, el de la guitarra de Aguirre. Asegura que podría reconocerla con los ojos cerrados. Aunque para Aguirre es la mezcla de su guitarra y la voz de Eva: "Hemos intentado dejarlo atrás en cada disco, por eso tratamos hacer algo diferente e incluir ritmos", explica. Así es como surgen canciones que consiguen generar una auténtica catarsis en el público. 'Hoy es el principio del final' es una de ellas. "Es una letra que la gente hace suya, se crea como una especie de comunión. Lo que notamos en el escenario no se puede definir con palabras. Es como si te levantaran del suelo hacia arriba, es algo muy bonito", explica la cantante.

También hay canciones que son muy difíciles de cantar en el escenario, como 'Siento que te extraño'. Una canción que Amaral compuso después de que muriera su padre y que le cuesta mucho cantar: "Si te pones a llorar en el escenario se te corta la voz y no sales de ese bucle de nervios. Hemos pasado tiempo sin tocarla, pero ya se van asentando esas emociones, estarán ahí siempre, pero se gestionan de otra manera". Con el tiempo, dice Aguirre, han aprendido a no poner demasiado filtro.

Ahora todos les preguntan por su próximo disco, pero ellos no dejan que les impongan fechas. Para ellos, dicen, lo más importante es disfrutar de la vida y de la música. Procuran no hacer nada de lo que no están convencidos y ser "siempre" muy felices por el camino.