Patricio Guzmán, el hombre que filmó el golpe de estado de Pinochet y se convirtió en leyenda del documental
El cineasta es homenajeado en su país, al tiempo que se reestrena dos de sus películas clave, 'La batalla de Chile' y 'El primer año', sobre el gobierno de Allende y el golpe de estado en pleno aniversario
Madrid
Patricio Guzmán fue persona que inmortalizó en el cine el gobierno de Salvador Allende. También el golpe de estado que acabó con él. Lo hizo en dos documentales, El primer año y La batalla de Chile, dos películas que se han remasterizado y vuelven a los cines en Estados Unidos, coincidiendo con los actos que recordarán ese fatídico 11 de septiembre de 1973, cuando Augusto Pinochet dio un golpe de estado contra el gobierno legítimo de la unidad popular y derrocó a Allende. No es cosa menor que se estrene en Nueva York en un momento en que algunos políticos del partido demócrata, como Alexandria Ocasio-Cortez han pedido que la CIA desclasifique los archivos relativos a la participación de Nixon en el golpe.
"Es muy interesante volver a ver El primer año. No lo había visto de hace 10 o 15 años y tenía un recuerdo vago de la película. El hecho de verla ahora con el sonido nuevo y con una introducción de Chris Maker es estupendo. Es un salto hacia el pasado como si fuera presidente y eso es muy agradable en general", dice el director en una entrevista en la Cadena SER. A Guzmán su país también va a homenajearle estos días. Le otorgarán el Premio Nacional en su país, ese que tanto ha retratado con su cámara, sobre todo en los momentos complejos. "Me gusta mucho haber podido registrar ese momento y poderlo revisar. Ahora me parece una sorpresa, un salto en el tiempo y me gustó mucho más de lo que me gustaba la película ahora que al principio. Es cierto que, comparándolo con La batalla de Chile, es más pequeña, pero es la fiesta de un país", añade.
De toda su obra, es clave La Batalla de Chile, que se ha convertido en algo más que un documental. Estrenado en 1975, dos años después del genocidio de Pinochet, la película es también una víctima de la dictadura, al tiempo que reproduce una época clave para entender la historia de Europa y, por supuesto, la de América Latina. El cámara del filme, Jorge Müller Silva, fue secuestrado por la policía militar y sigue desaparecido. El director pasó fue detenido, pero consiguió huir a Europa con los rollos de esa película que montó con ayuda de Chris Maker. "Mi tío Ignacio fue quien me guardó la película. Yo iba a su casa a dejarle los rollos. Teníamos un baúl en un rincón y solamente yo sabía que existía ese baúl y allí estaba todo el material virgen, todo el negativo, que era fundamental en aquella época. Entraba en su casa cuando no estaba su mujer. Después del golpe, Jorge Miguel y Pepe Bartolomé, que había vuelto a Chile, sacaron el material en un furgón y se fueron a la Embajada de Suecia. Nos pusimos a encontrar los rollos y a apuntar y luego fue Cuba quien nos ayudó y el material llegó a La Habana", rememora la historia de cómo el filme consiguió salir de la dictadura militar recién impuesta.
A sus 83 años, el director de documentales como Nostalgia de la luz, El botón de nácar o La cordillera de los sueños, entiende su trabajo como parte de un trabajo político y de memoria. "Ahora hay una nueva generación de cineastas, gente mucho más joven que yo, que hacen películas de la realidad que hacen películas de lo que está pasando o o crean películas muy cerca de la ficción, pero de hechos que son, en el fondo documentales, eso continúa".
Patricio Guzmán estudió en Madrid, en la Escuela de Cine, aquí hizo buenos amigos: Cecilia y Pepe Bartolomé. "Siempre he estado muy agradecido al trabajo de Pepe Bartolomé en el equipo de La batalla de Chile. Fue una de las personas fundamentales, que nos ayudó a tener claridad de lo que pasaba. Muchas veces, nosotros mismo,s no nos damos cuenta de la realidad, porque estaba demasiado cerca". Ellos se inspiraron en La batalla de Chile para rodar Después de, Atado y bien atado, su documental sobre la transición. "Hicieron un trabajo estupendo".
El realizador no solo tiene un compromiso político en su cine, sino que considera el documental como el arma para colocar al espectador ante los grandes problemas que tenemos, como país, como personas y como grupo. "Es muy interesante hacer documentales, porque cada uno de nosotros y cada uno de nuestros países tienen un pasado oculto, no somos pueblos abiertos. Es bien bonito revelar ese pasado, porque fue un pasado lleno de vida, de creatividad, de entusiasmo con un nuevo Presidente de la República. Un pasado que renace", dice Patricio Guzmán sobre el momento actual de su país, con Gabriel Boric en el poder y con el reto de lograr una nueva constitución que rompa la que dejó anclada Pinochet. "El hecho que haya habido una explosión social, hace dos años, es un síntoma de que cosas que se consideran imposibles, aparezcan de nuevo. Yo creo que esa fuerza que surgió hace dos años, se va a repetir, porque los problemas van a continuar, nadie va a solucionar el problema de la vivienda, del trabajo, de la salud y el volcán va a continuar", augura sobre el futuro de un país que hoy celebra que en libertad.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada...