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Planes anticuados, falta de fondos y saturación de las aulas: los desafíos de la educación en España al comienzo del curso

Solo el 28% de la población cree que el sistema educativo es bueno, según un estudio

Niños del colegio Aquisgran de Toledo a su llegada al centro en el día que marca el inicio del curso escolar en Castilla-La Mancha. / Ángeles Visdómine (EFE)

Madrid

Arranca un nuevo curso escolar en España y lo hace con algunos retos pendientes. El sistema educativo vuelve a ponerse en marcha otro más para garantizar una educación pública igualitaria y de calidad, pero los españoles no aprueban su sistema educativo. Según el Monitor Global sobre Educación de Ipsos, solo el 28% de la población española cree que el sistema educativo es bueno, mientras que el 35% piensa que es pobre. A nivel global, solo un tercio declara que el sistema educativo de su país es bueno.

La visión negativa se acentúa todavía más, según el estudio, cuando se pide a los ciudadanos comparar el sistema actual con el que ellos vivieron en su etapa educativa. Casi la mitad de la población mundial cree que el sistema actual es peor al que ellos vivieron. En España, es del 48% y solo el 30% cree que el sistema educativo actual es mejor.

Principales retos

En cuanto a los principales desafíos del sistema educativo, los encuestados de todos los países coinciden en que el principal escollo para su mejora es un plan de estudios anticuado (30%), seguido de la desigualdad al acceder a la educación (29%), de la saturación de las aulas (29%) y de la falta de fondos públicos (27%).

En el caso particular de España, los planes obsoletos siguen ocupando el primer puesto (34%). A continuación, se encuentra la falta de financiación pública (31%), las elevadas tasas de abandono escolar (30%), la saturación de las aulas (28%) y el sesgo político e ideológico (28%).

Arma contra la desigualdad

A nivel global, un 51% de los encuestados por Ipsos cree que el sistema educativo contribuye a reducir las desigualdades sociales y, en el caso de España, ese porcentaje se eleva hasta el 57%. Nuestro país es el segundo país europeo, por detrás de Irlanda (60%), que más cree en el poder de la educación pública.