Por qué pirateamos tantos contenidos en España
Aunque la piratería sigue en niveles elevados, el acceso a contenidos ilícitos ha vuelto a caer en 2022. Aumenta en el sector de los libros y en el de los periódicos. Casi la mitad de los españoles no distingue una web legal de una ilegal y acceden a ellas porque aparecen en Google
Madrid
En 2022 en España se accedió a casi 5.300 millones de contenidos ilícitos, es un 2,5% menos que el año pasado, un 11% menos desde 2018, según el Observatorio de la piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales 2019, elaborado por la consultora independiente GfK y presentado en el Museo Arqueológico Nacional por la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos, junto a LaLiga y Mediapro, en colaboración con el Ministerio de Cultura y Deporte.
Aunque sigue en niveles muy elevados, la piratería cae poco a poco año a año, salvo en 2020, ahí la piratería aumentó durante el confinamiento. Las industrias han perdido casi 2.000 millones y las arcas públicas más de 550 millones de euros. Además de 85.358 puestos de trabajo directos e indirectos que no se han podido crear. Son las consecuencias de acceder a páginas web ilegales: casi la mitad de los españoles (47%) afirma no saber distinguir entre una web legal de una ilegal. Las encontramos en las 20 primeras búsquedas de Google, el buscador que acapara el 94% de las búsquedas.
En 2022 descendió levemente el uso de otras formas de acceso como la mensajería o las Redes Sociales para encontrar páginas de contenidos gratuitos hasta el 27% (29% en 2021), siendo las más empleadas Facebook (45%), Telegram (38%), YouTube (37%), WhatsApp (30%) e Instagram (27%).
La oveja negra
Si en 2021 la piratería cayó en todos los sectores menos en el del libros, el año pasado esta industria volvió a ser la oveja negra. Un 35% de los consumidores piratea libros, un punto más que en 2021. Es la industria más afectada, seguida de la música (32%), los periódicos (26%), las imágenes (26%), las películas (24%), las series (20%), el fútbol (20%), las revistas (17%), los videojuegos (18%), y las partituras (4%). La piratería cae en todos los sectores, menos en el de los libros y los periódicos. Es la primera vez que se mide el consumo ilegal de imágenes, por cierto.
Daniel Fernández, el presidente de la Federación de Gremios de Editores de España ha destacado la amenaza que supone la Inteligencia artificial en cuanto a derechos de autor y cómo es la nueva ola de piratería que está por llegar. En este sentido, ha lamentado la falta de acuerdos con Google y con Whatsapp, herramienta por la que se comparten los libros pirateados. Sorprende en el caso de esta última, ya que sí hay un acuerdo con Facebook, que pertecene a Meta, la misma empresa de la que forma parte el servicio de mensajería instantánea.
El valor total de los contenidos descargados ha experimentado una ligera subida, por el incremento en el coste de los mismos, aunque el número de accesos ilícitos haya descendido. En total, asciende a 33.056 millones de euros, de los que 10.272 corresponden a la música, la más perjudicada, también en número de accesos (2.351 millones). "Es un robo a Hacienda, es un robo a los creadores, que merecen un respecto y desincentiva la creación, que es uno de los objetivos fundamentales", han destacado los presentes y ha suscrito el ministro de Cultura, Miquel Iceta.
El 20% del fútbol que consumimos en España se ve de forma ilegal, ha subrayado Ignacio Arrola, director Comercial y de Marketing de MEDIAPRO, que ha lamentado la facilidad con la que se encuentran aplicaciones para piratear contenido en la tienda de cualquier proveedor móvil. Uno de cada cuatro consumidores ven series y películas de forma ilegal, ha destacado Estela Artacho, Presidenta de FEDICINE, más de la mitad de lo pirateado son contenidos nuevos, que tienen menos de un año. Alcarrás, As bestas, Tadeo Jones y las series Élite y La que se avecina están entre los contenidos más pirateados en 2022.
¿Por qué pirateamos?
La razón mayoritaria es por si el producto cultural no nos gusta. La excusa de que acceder a contenidos ilícitos es la solución para el caso de que ese mismo producto cultural no sea del agrado del usuario es, un año más, la principal motivación para los accesos ilegales (63%). Además, hay razones económicas, el no poder permitirse el producto, y de impunidad, que no hay consecuencias legales para los que piratean.
El sector cultural reclama con urgencia acciones más contundentes para frenar la lacra de la piratería. Pide un compromiso unánime de los responsables políticos contra la oferta ilegal de contenidos y demanda la creación de un Fiscal Adscrito al Fiscal de Sala de Criminalidad Informática y un aumento extraordinario de los recursos.