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El alcalde de Lampedusa (Italia) pide la intervención del ejército ante la llegada de 2.500 migrantes en pocas horas

Desbordados los centros de acogida de la isla, y sin que surta efecto la declaración de emergencia del gobierno de la ultraderechista Meloni, la llegada de 68 embarcaciones con migrantes ha provocado la reacción del alcalde

Imagen de varias embarcaciones llegando al puerto de Lampedusa / Twitter//@RadioGenoa

Madrid

68 embarcaciones destartaladas llenas de gente han enfilado hacia el puerto de Lampedusa a lo largo de esta tarde, según las imágenes del síndico del puerto. El alcalde de la ciudad dice estar desbordado y ruega que se tomen medidas de emergencia inmediatas. Se llama Filippo Manino y ha señalado: "Entendemos que esto no está preparado, que no son traficantes, que son producto de la desesperación, pero de verdad que estamos sobrepasados, desbordados. Esto no es sostenible para esta isla".

Termina su intervención pidiendo que intervenga el ejército, porque solo en una jornada han llegado hasta las costas 2.500 personas y el centro de acogida de la isla cuenta con espacio para 400. Además, ya estaba ocupado por las que han llegado en los últimos días. El protocolo sería trasladar personas a otros puertos cercanos, pero aún no se ha puesto en marcha, porque hay que identificar primero a los que llegan la mayoría hombres adultos procedentes del África subsahariana, aunque también hay mujeres y menores.

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El alcalde no ha ahorrado críticas al gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni y le exige nuevas vías para afrontar esta crisis, asegurando que la declaración de emergencia del Ejecutivo no ha mejorado en nada la gestión de la crisis.

La migración es la patata caliente del gobierno de Meloni, y en lo que va de año han desembarcado en Italia 116.028 migrantes, duplicando la cifra del año pasado por estas mismas fechas y con datos actualizados del Ministerio del Interior Italiano, que ha facilitado este lunes.

La primera ministra ha denunciado la gestión migratoria de sus predecesores, pero ella se ve ahora incapaz de afrontar el problema, tras pedir a la Unión Europea solidaridad y ayuda para hacer frente al problema.