Google, al banquillo: se enfrenta al mayor juicio antimonopolio de los últimos 25 años
La compañía será juzgada para determinar si ha limitado la competencia con los acuerdos a los que ha llegado con diferentes compañías, entre ellas, Apple
Madrid
El gigante tecnológico tendrá que pasar por el banquillo de la justicia de Washington para determinar si ha limitado la competencia con los acuerdos a los que ha llegado con diferentes compañías, entre ellas, Apple. El proceso se inicia en 2020, tras la denuncia interpuesta por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Un juicio histórico
Hace 3 años que el organismo puso sobre la mesa el monopolio que Google había impuesto en el mercado de los motores de búsqueda. Esto lo han conseguido mediante contratos con empresas líderes del mundo de la telefonía. Ahora se enfrenta a un juicio antimonopolio histórico que se considera el más grande desde hace más de 20 años. "Sin duda podría sentar un precedente. Es una decisión que impacta directamente en Google, pero que afecta también a Apple, a las demás empresas tecnológicas y por supuesto también a los usuarios", explica Eduard Blasi, experto en derecho digital y profesor colaborador de la UOC.
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La justicia busca demostrar que la empresa ha llegado a acuerdos con Apple, corporaciones cuyos dispositivos usan Android y buscadores como Mozilla. En esos acuerdos se conseguía que Google fuese el motor de búsqueda predeterminado para los estadounidenses en móviles, tabletas y ordenadores de diferentes marcas. Esto, dice la justicia de allí, que supone un perjuicio para sus competidores porque limita la libertad de competencia y permite que Google monopolice el mercado, dejando a sus competidores sin capacidad para ser efectivos y mejorar sus productos. "El punto está en sí el acuerdo desactiva o ahoga la competencia y en ocasiones esto no es una cuestión de blanco o negro", matiza Eduard. Lo cierto es que con los datos en la mano, queda demostrado que el mercado de los motores de búsqueda está dominado por Google, ya que tiene copado el 90%.
Por su parte, Google dice que son las empresas las que diseñan sus interfaces de manera independiente y las que permiten presentar ofertas para motores de búsqueda como las que ellos proponen. Además, argumentan que si la gente escoge su motor de búsqueda es por la superioridad de su producto, ya que pueden escoger otro según sus preferencias.
Se abre así un proceso que no se va a resolver de manera exprés: "Parece que va a haber indicios suficientes para considerar que ha habido una vulneración. El juicio apunta que va a ser largo, puede durar unas diez semanas y la sentencia podría alterar significativamente el funcionamiento de la compañía", señala el experto. Esto marca también un antes y un después en el devenir de la compañía: "Es un toque de atención, pero también una oportunidad para que otras compañías consigan aumentar su cuota de mercado. Hay varios buscadores con cualidades suficientes como para convencer a los usuarios que queden desencantados tras el juicio", explica Maxence Marius, director general en España de la agencia SEO Eskimoz.
Los efectos derivados de una posible sanción contra Google pueden complicar el devenir de la compañía en los próximos meses, pero eso no quita que seguramente se vayan a recuperar: "Está claro que si pierde el juicio, tendrá un proceso de adaptación que, además de la multa millonaria, le costará muy caro en términos de cotización y pérdida de valor en bolsa en el corto plazo. En cuanto a las consecuencias a largo plazo, estoy seguro de que pase lo que pase, Google será capaz de reinventarse y diversificar sus inversiones", reconoce Maxence.
Otros antecedentes
Si se dice que es el mayor juicio antimonopolio de los últimos 25 años es porque el precedente lo sentó Microsoft en 1998. La compañía ya intentó monopolizar el mercado de los motores de búsqueda mediante su sistema Windows. El Departamento de Justicia vetó estos movimientos y abrió la puerta a otras empresas como Google precisamente o Facebook, que pudieron seguir creciendo. Ahora el organismo compara aquel caso con el de Google porque guarda muchas similitudes.
Hace un año el Tribunal General de la Unión Europea respaldó la sanción que impuso Bruselas en 2018 a Google por vulnerar la competencia y se convirtió así en la mayor multa en este campo. Se hizo además una matización ligeramente a la baja, reduciendo la cuantía de 4.343 millones de euros a 4.125 millones. La restricción de la competencia que argumentaba Europa era prácticamente la misma que hoy tratan de demostrar desde Washington. La Comisión Europea constató que Google obligaba a los fabricantes de Android a dejar instalados por defecto dos buscadores: Google Search y Google Chrome. Esto se hacía a cambio de permitir que tuvieran la Play Store disponible en su dispositivo. Las autoridades también demostraron que Google impedía a las empresas de teléfonos y tablets que los usuarios pudieran instalar sistemas operativos distintos al de Google.
Eduardo Hernández Ojeda
Periodista en el equipo de Economía de la Cadena...