Las inundaciones en Libia han provocado la muerte de más de 5.000 personas y la desaparición de 20.000. Hamad ha declarado a la cadena Al-Masar que la ciudad «ha quedado prácticamente inaccesible por el colapso de las carreteras y está aislada sin casi conexión a Internet, sin electricidad o telefonía». Han desaparecido barrios enteros de la ciudad, los cuales han sido arrastrados directamente hacia el mar llevándose el agua con ellos a buena parte de sus residentes. Las autoridades de la zona calculan que ha desaparecido el 25% de la ciudad. Según las autoridades del noreste de Libia, el agua sobrepasó dos presas, que se vinieron abajo provocando que junto al agua que caía también se vertieran 33 millones de metros cúbicos hacia la ciudad. El ejército, voluntarios y residentes trabajan contrarreloj intentando rescatar a supervivientes. Ante el desastre que ha dejado el paso de la tormenta Daniel, varios países incluida Turquía, Emiratos Árabes o Francia han enviado ayuda y equipos de rescate. La tormenta a su paso por Libia ha dejado miles de muertos, contabilizados por los dos gobiernos que ocupan el país. Y es que los ríos de lodo y piedras causados por las fuertes lluvias, y las dos presas que han reventado por la presión, han arrastrado pueblos enteros y se los ha tragado el mar. Conseguir recuperar los cuerpos es misión imposible, pero donde antes había vida, ahora hay desolación. Muchos países han enviado mensajes de apoyo y solidaridad, pero pocos han desplazado equipos y medios allí. Quien sí lo ha hecho es Recep Tayyip Erdogan, que ha enviado tres vuelos con ayuda humanitaria a Bengasi. También vehículos de búsqueda y rescate, mantas, alimentos, y generadores eléctricos. Por su parte, la coordinadora humanitaria de la ONU para Libia, también ha puesto en marcha su equipo de respuesta de Emergencia y la Unión Europea. Además de condolencias, ofrece ayuda humanitaria al gobierno de Unidad Nacional, que es quien controla la zona más afectada por las inundaciones. Además, las compañías petroleras Total de Francia y Eni de Italia, se han comprometido a proporcionar este martes tres aviones a disposición del Gobierno de Bengasi, porque ellas son las encargadas de la explotación de varias empresas energéticas. El programa mundial de alimentos ha hecho una llamada urgente para llevar alimentos y agua potable a las poblaciones afectadas, cuya devastación es casi completa. Hay cuerpos flotando en los embalses que han dejado las fuertes lluvias, otros han sido arrastrados kilómetros de donde se encontraban. Es un auténtico desastre, dicen las autoridades de los dos gobiernos en el país, en el que hay que poner todos los medios para evitar un mayor impacto aún en los supervivientes.