"Esto es un problema": Niño Becerra señala los desafíos de Apple si China veta la marca

El reciente lanzamiento del nuevo iPhone 15 no ha estado exento de polémica. Durante esta última semana, varias informaciones apuntaban a una posible restricción de Apple en China, en la que el gobierno de Xi Jinping no permitiría que sus funcionarios hicieran uso del iPhone 15. Este supuesto boicot chino podría determinar el éxito o el fracaso del iPhone 15 y, en consecuencia, el futuro cercano del gigante tecnológico en la región asiática.

Desde Pekín han desmentido estas informaciones, tal y como ha declarado Mao Ning, portavoz del Ministerio de Exteriores chino: "China no tiene leyes, reglamentos o directivas que prohíban la compra o el uso de teléfonos de marcas extranjeras, incluido el iPhone".

Según explica el economista Santiago Niño Becerra, "hay una pugna geoeconómicopolítica entre Estados Unidos y China desde hace varios años. EEUU vio que la tecnología china se estaba introduciendo en el país y se entró en una dinámica económica y de seguridad. Se pusieron trabas a la exportación de tecnología china a la estadounidense y viceversa". Además, el economista pone sobre la mesa el golpe que supondría para Apple este veto: "Teniendo en cuenta que las ventas en China representan el 60% de los ingresos de iPhone y que la mayoría de la producción de este teléfono móvil se hace en China, esto es un problema evidentemente."

Los vetos entre Washington y Pekín son mutuos, ya que hace meses que la Administración Biden prohíbe el uso de TikTok entre sus trabajadores. Esta guerra tecnológica, aunque agrupa también factores geopolíticos, es puramente económica según considera Santiago Niño Becerra: "Creo que el origen es totalmente económico. En el momento en el que se empezó a hablar de temas como la seguridad, los mismos expertos del Gobierno estadounidense reconocieron que China estaba dos años por delante de todo el mundo en tecnología 5G. Esto es muy peligroso para Apple y para las relaciones de dos gigantes como EEUU y China".

La huelga de trabajadores del automóvil en EEUU

Santiago Niño Becerra ha querido comentar además la noticia sobre la huelga de trabajadores del automóvil en EEUU, que afectaría a compañías como Ford, General Motors y Stellantis y que podría llevar consigo un reclamo para que se aplique algún tipo de arancel a los coches chinos: "Lo que ahora plantea el sindicato automovilístico es interpretable, porque los coches chinos están llegando a todas partes con unas calidades excepcionales y a unos precios imbatibles. Esto perjudica a las empresas automovilísticas estadounidenses, pero creo que concretamente esta huelga no les parece mal. Esto presionará a la Administración Biden para mirar con más cariño establecer aranceles y barreras a las empresas extranjeras".

Por otra parte, el economista hace hincapié en 'La Ventana' sobre la verdadera capacidad de influencia de los sindicatos en Norteamérica: "Debemos desmontar el mito de que los sindicatos en EEUU tienen poco poder. Recuerdo que en 2005 los sindicatos de los trabajadores portuarios consiguieron paralizar todos los puertos de la costa del Pacífico"

En el primer año de mandato de Obama, en 2009, el presidente ya lanzó un plan de apoyo al sector del automóvil que ya en esa época atravesaba un mal momento. Esta intervención del Estado, pese a ser antinatural a la filosofía general estadounidense, se recibió con los brazos abiertos. Niño Becerra insiste: "Entrar en una dinámica en la que se implanten aranceles a economías más competitivas que la propia es un error. Esto abre a la puerta a una subida de precios a los consumidores y a que la actividad económica internacional caiga, y eso es malo".