Juan Dávila estrena la segunda temporada de 'A las Bravas': "Estoy recibiendo de mi propia medicina"

Madrid

La ola de calor que ha sacudido España durante el verano no abandona los estudios de la Ser. No mientras Raúl Pérez continúe con el reto de las ocho patatas más picantes de la radio. A las Bravas ha vuelto con cambios en su alineación de salsas: cuatro nuevas incorporaciones embotelladas que, según el propio Pérez, hacen más difícil el camino a seguir. En el arranque de esta segunda temporada ha querido probar el nuevo reto el actor y humorista del momento: Juan Dávila. Su show 'La capital del pecado 2.0' no tienen entradas disponibles desde hace meses.

El espectáculo que ofrece Dávila consiste en interactuar con su público... metiéndose con él. Algunos de los asistentes suben al escenario a recibir voluntariamente improperios por parte del protagonista del show. Esto ha provocado algún que otro problema en redes: "He estado cancelado en redes tres veces. No se podían ver mis videos y era necesario buscar mi cuenta con el nombre completo para poder hacerlo. Lo peor es que las quejas y denuncias vienen de personas que ni siquiera han ido al show".

Pérez y Dávila han podido comprobar cómo todas las fechas del show 'Capital del pecado 2.0' están agotadas. Un éxito que pillaron a muchos desprevenidos: "Lo de Vistalegre fue un fenómeno porque la primera función que sacamos se agotó a los diez minutos. La gente que programaba Vistalegre lo hacía desde hace 30 años y se sorprendían de que un desconocido batiese el récord de Lenny Kravitz de agotar las entradas en un día". Ha añadido que más de 200 personas procedentes de España acudieron a su show en Londres al no poder adquirir entradas en nuestro país.

La comedia de interacción con el público se ha asentado en el último año, especialmente apoyado por las redes sociales. Dávila ha explicado por qué no tiene miedo a que la fórmula se gaste: "Cuando vienes de donde yo vengo, que es actuar en una plaza de Albacete para nadie... Yo lo he pensado, que quizás se agota el publico. No obstante, siempre habrá 200 locos que vayan". Sin embargo, ha confesado que piensa en elementos nuevos para darle cierta renovación a su espectáculo.

Dávila ha terminado el reto como un valiente o como un insensato: todas las patatas ingeridas, ni un vaso de leche y una pasada de su lengua por la silla para comprobar su insensibilidad. El primer invitado de la nueva temporada ha dejado ver que las nuevas salsas van a dar buen contenido.

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