Carlos Sainz pone el broche a un fin de semana imperial en Singapur con su segunda victoria en Fórmula 1
El madrileño sube a lo más alto del podio junto a Norris y Hamilton, Alonso termina 16º tras una parada de casi 40 segundos
Un intratable Carlos Sainz se lleva el GP de Singapur con una lectura de carrera y madurez de auténtico campeón del mundo. Parando la carrera, gestionando gomas y dando DRS estratégico a Norris para protegerse de los Mercedes. Carlos Sainz consigue su segunda victoria tras Silverstone 2022 y demuestra que es un piloto de primer nivel, rompiendo la racha imparable de victorias de Verstappen y Red Bull este 2023.
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Ferrari firmó una gran salida aprovechando la mala salida de Russell. Sainz se consolidaba en la primera posición y ganaba metros mientras Leclerc aprovechaba la ventaja de neumáticos blandos para sacar al británico de la ecuación. Alonso superaba al Haas de Magnussen y los Mercedes entraban en polémica después de que Hamilton ganara posiciones al coger la escapatoria de la curva 1.
El duelo de Verstappen, que escalaba posiciones desde abajo, con Magnussen fue demasiado largo, si tenemos en cuenta el rendimiento de uno y otro coche, y demostraba lo díficil que es pasar a otro coche en Marina Bay. En la cabeza, Carlos intentaba parar la carrera y controlar las condiciones de los neumáticos para frenar la temida degradación de Ferrari. Desde el muro, indicaban al monegasco que dejara un hueco de 3 segundos con el madrileño, probablemente para evitar sobrecalentar su propio coche.
Sargeant mandó la carrera a safety car con un toque con el muro, Carlos entró a por ruedas duras para terminar la carrera con ellas y cuando el coche de seguridad se retiró, comenzaron todas las hostilidades. Los Red Bull sufrían para mantenerse con los duros que habían montado de inicio ante monoplazas con ruedas frescas, y Russell y Norris se colaban en el podio temporal.
Russell, en una posicion privilegiada, atendía y relataba por radio como Carlos Sainz gestionaba en la cabeza, con un ritmo lejos de su velocidad máxima y aprovechando las dificultades de Marina Bay para los adelantamientos. El británico tenía muy claro que, manteniendo ese ritmo, los neumáticos duros llegarían hasta el final sin grandes problemas, precisamente el objetivo que Carlos buscaba conseguir.
La carrera se estabilizó en las últimas 30 vueltas, sin más paradas ni incidentes, pero con Sainz aún en cabeza. En la séptima plaza, Alonso comentaba por radio que su coche era 'inconducible', mientras peleaba las posiciones con los dos Alpine. En medio de esa batalla, Ocon paraba el coche en un lado y mandaba la carrera a coche de seguridad virtual. Sainz se mantuvo en pista, Russell paró a por medios y salió cuarto. El duelo por la victoria estaba en esos 17 segundos a recortar.
La diferencia de neumático se hizo notar y los dos Mercedes recortaban y superaban a Leclerc, sacándolo de las plazas de podio. Ferrari le pedía a Sainz todo el ritmo que había estado guardando en las primeras vueltas. Russell se acercaba a cinco segundos, después a tres y apenas a un segundo de Norris. Con cuatro vueltas para el final, Sainz le cedía el DRS a Norris para que el coche papaya le sirviera de escudo humano. Sobre la bocina, Russell perdía el coche y se quedaba sin resultados tras una gran carrera para que el podio fuera de Sainz, Norris y Hamilton.