La anécdota de Antonio Romero con Pepe Domingo cuando era becario y su emocionante recuerdo hacia él: "Le duró el rebote entre 30 y 45 segundos..."
"Me parece que estamos en la obligación de intentar honrarle, no en el micrófono porque es imposible, pero sí en el resto de los aspectos de la vida", manifiesta
Este domingo hemos conocido la tristísima noticia del fallecimiento de 'La Leyenda' Pepe Domingo Castaño. Desde las 15:00 'Carrusel Deportivo', el programa en el que tantos niños crecimos escuchándole, le ha intentado otorgar lo más parecido posible al homenaje que merece. Iñaki Gabilondo, Manolo Lama, Dani Garrido o José Antonio Ponseti son solo algunos de los muchísimos profesionales de la comunicación que han trabajado junto a él y han pasado por el programa para compartir sus recuerdos.
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También lo ha hecho Antonio Romero, tanto en los primeros minutos de este triste 'Carrusel', como en la previa del Real Madrid - Real Sociedad, cuya narración ha dedicado a Pepe. En dicha previa, Romero ha lanzado un precioso mensaje de recuerdo al que fuera su compañero durante más de una década y ha recordado una anécdota de sus comienzos en la radio.
"La primera vez que yo viajo es en el año 97/98. Es la final de la Copa del Rey en Sevilla. Juegan Valencia y Atlético de Madrid. Y Pepe Domingo Castaño, que conmigo fue, al margen de un maestro, alguien que se portó muy bien conmigo cuando yo no sabía hacer la 'o' con un canuto -ahora no sé, pero entonces...-, se empeñó en que yo fuera a la final de la Copa del Rey cuando yo era becario y lo que hacía era tapar huecos en la redacción. Mi único cometido era llevarle la carpetilla donde tenía las letras de los anuncios, que se las escribía en folios que llevaba en una carpeta amarilla de la Cadena SER, pero porque él quería que fuera. Mi único cometido, seguramente el más importante desde que estoy en la radio, era llevarle esa carpetilla", ha comenzado.
Le duró el rebote entre 30 y 45 segundos y me lo pagó con una lección increíble y con una cena maravillosa que, evidentemente, no pagué
— Antonio Romero
Así, ha explicado: "Cogí el AVE. Dos horas y veinte de AVE. Cuando llego al hotel, que estaba al lado del estadio donde se jugaba la final, ¿a qué no sabes lo que me había dejado en el AVE? La carpeta amarilla".
"Le duró el rebote aproximcadamente entre 30 y 45 segundos y me lo 'pagó' primero con una lección de profesionalidad increíble y segundo con todo el equipo, como solía ser habitual, con una cena maravillosa, que, evidentemente, yo no pagué", ha recordado, emocionado.
"Me quedo con sus ganas de vivir"
Romero ha añadido: "En lo profesional, ¿qué voy a decir yo? No me siento capacitado. Sí quiero decir dos cosas. En esta profesión en la que muchos nos creemos por tener un micrófono que vamos levitando por encima del suelo, él, que durante siete décadas diferentes ha sido estrella, nunca ha tenido un gesto de soberbia. Nunca. Esta profesión necesita mucha humildad y Pepe Domingo Castaño ha sido la estrella humilde".
"Y luego, sus ganas de vivir y de apurar cada sorbo de su vida hasta el último momento. Creo que, en lo profesional, no podemos intentar asemejarnos a una leyenda porque leyendas hay muy pocas, y por eso lo son. Pero la segunda enseñanza, y yo lo intento hacer todos los días y me sale muy mal, de intentar vivir a tope la vida trabajando para vivir y no al revés, de intentar dejar mi legado de ser buena gente siempre, yo creo que eso Pepe Domingo Castaño lo ha intentado. Y me parece que estamos en la obligación de intentar honrarle, no en el micrófono porque es imposible, pero sí en el resto de los aspectos de la vida", ha agregado.