El presentador Jordi Cruz ha revelado en «Hora 25» con Aimar Bretos que lo primero que pensó al terminar la grabación del último programa de «Art Attack» fue que dejaría de ver a los compañeros con los que llevaba siete años trabajando. «Durante los últimos 15 días de grabación no gastamos ni un euro de las dietas que nos daban para comer porque todos los días cenábamos en casa de alguien del equipo. Me decían que ya no nos íbamos a ver más. Entonces, Marina, la directora, y yo íbamos a sus casas y conocíamos a su familia, a su gente y eso era casi todos los días», recuerda. El equipo sabía que esa séptima temporada de «Art Attack» sería la última: «Yo había firmado un contrato de siete temporadas y sabíamos que España no tenía intención de grabar más capítulos». Sin embargo, el presentador confiesa que muchos de los trabajadores de la versión inglesa se peleaban por formar parte del equipo español del programa: «Había hostias. Ellos pensaban que estábamos de cachondeo todo el rato. Además, todos los años hacíamos camisetas, tazas... regalábamos muchas cosas al equipo». Cruz recuerda que una vez organizaron un partido de bolos para el que, en secreto, prepararon camisetas con el lema «a tomar por culo bowling team» y a cada jugador le añadieron su nombre por detrás. «Cuando tú llegas a un equipo y le cuentas a alguien que en los cinco minutos de descanso que teníamos íbamos al pueblo a hacer camisetas, estaban superagradecidos. Nos lo pasábamos muy bien en las grabaciones», señala. Tras su exitosa etapa en «Art Attack», el presentador cuenta que se ha ido reinventando según han ido pasando los años y a medida que la audiencia se ha reencontrado con él: «He tenido la suerte de caer bien». El próximo 14 de octubre, en Ciempozuelos, se pondrá al frente de «Carton Battle». Un evento, dice, en el que la creatividad es la máxima protagonista y el cartón es el máximo material. «Lo que quiero es que la gente venga a crear y destruir», explica. Cruz también pasó por la radio, aunque, recuerda, salió un poco decepcionado con la experiencia. Sin embargo, su pasión por la música y, en concreto, por La Oreja de Van Gogh, le ha llevado a plantearse la creación de un musical con canciones de la banda: «La trama va sobre una persona que, después de un momento muy crítico en su vida, cae en un olvido personal y se despierta 25 años después». El presentador niega que sea autobiográfico.